UNIVERSIDAD ALUMNADO
Novatadas lejos del campus
Las novatadas siguen estando al día entre los estudiantes de la UdL, pese a que la universidad está en contra de este tipo de rituales de iniciación y bromas que pueden resultar pesadas. A lo largo de los primeros días del curso, es relativamente habitual ver grupos de alumnos, generalmente en actitud festiva, por la calle con la cara pintada y el pelo manchado con harina. Por ejemplo, ayer era el turno de un grupo de estudiantes de Enfermería que desfilaron por la Zona Alta bromeando con los novatos, con bailes, cánticos y manchándoles. “La universidad está totalmente en contra y lo limitamos muchísimo, pero es muy difícil controlar lo que hacen en su tiempo libre. Está prohibido dentro del recinto de la facultad y en las charlas de bienvenida advertimos a los nuevos alumnos que no tienen por qué tolerar nada que no quieran y que si alguna vez se sienten coaccionados, que lo denuncien a la dirección”, explicó Joan Blanco, decano de la facultad de Enfermería. Con todo, añadió, no han recibido ninguna denuncia y, en general a la facultad le consta que las novatadas de sus alumnos quedan dentro del ámbito lúdico, sin llegar a coaccionar ni humillar a nadie. “Aun así, hacemos una recomendación anual para que se eviten, porque están representando a la institución y a la profesión, pero no podemos hacer de policías fuera de la facultad”, señaló.
Las novatadas son también habituales entre los alumnos de otros centros de la universidad, normalmente fuera de los campus. “Es una problemática que tenemos presente e intentamos controlar, pero al final depende del sentido común de los estudiantes, que son mayores de edad”, admitió la vicerrectora de Estudiantado, Neus Vila. “Si quieren divertirse pueden hacerlo, pero no se puede obligar a nadie a hacer lo que no quiere, tiene que ser voluntario”, remarcó. Cada año piden informes al respecto a los distintos centros y en alguna ocasión han tenido noticia de algún caso en el que se ha forzado a beber a algún alumno. Aunque las cosas no han ido más allá, la cuestión preocupa a la universidad, añadió Vila.