Una diversión peligrosa

Niños y jóvenes han utilizado durante este verano las compuertas de la canalización del río Segre en Pardinyes como si fuera un tobogán de un parque acuático, tal como muestran lás imágenes anexas extraídas de un vídeo colgado en la red social Instagram. Además de bañarse en la zona superior de las compuertas y caminar por delante de ellas, tal como publicó este diario en junio, los jóvenes también han aprovechado los días en los que se programan avenidas de agua periódicas para trepar por la pendiente de las compuertas y después deslizarse como si fuera un tobogán. Se trata de una diversión peligrosa, además de prohibida por la ordenanza municipal de civismo y convivencia de Lleida. La Paeria asegura que detectó estas acciones y las “neutralizó” en su momento.

La concejala del área de Seguridad, Sara Mestres, afirmó que durante el verano se produjeron acciones de riesgo como las del vídeo en varias ocasiones y aseguró que “lo neutralizamos”. Explicó que identificaron a las personas que se bañaban y hablaron con sus padres para concienciarles del peligro que comportaban sus acciones, y añadió que la Guardia Urbana hizo después un seguimiento. Mestres indicó que también les impusieron multas por este comportamiento y apuntó que en otros puntos también detectaron bañistas.

Ayuntamiento y Urbana advierten del peligro de este comportamiento, que además está prohibido

La ordenanza de civismo incluye en el capítulo de prohibiciones “bañarse, lavarse o pescar en las fuentes y en los espacios acuáticos no autorizados expresamente”. En este sentido, todo el río Segre a su paso por la ciudad de Lleida se considera como espacio acuático no autorizado y también hay instalada señalización que avisa de la prohibición. La normativa califica de leves las infracciones de este capítulo, lo que supone una sanción de entre treinta y seiscientos euros, aunque la gran mayoría acaban siendo de cien. Fuentes de la Urbana señalaron que durante el verano han practicado múltiples intervenciones en casos de bañistas en el río a la altura de las compuertas de Pardinyes, en las que los identifican, avisan a los padres si son menores de edad, les advierten del peligro que corren y les sancionan.