Los vecinos reclaman reducir la población de jabalíes en l’Horta, que llegan hasta las casas

La comisión de l’Horta de la Federación de Asociaciones de Vecinos de Lleida (FAV) pedirá a la Paeria que interceda ante el área de Medio Rural de la Generalitat para que se lleven a cabo batidas de caza para reducir la población de jabalíes, ya que cada vez son más, llegan hasta las casas y causan daños en cultivos como el maíz. “En Grenyana, Copa d’Or, Rufea y Butsènit, las partidas que dan al río, hay muchos y llegan hasta la puerta de casa, lo que no es agradable. Salen por la noche y aunque van matando algunos no es suficiente porque crían mucho”, explicó Salvador Solsona, presidente de la comisión. “Cada vez son más, la población va en aumento. La prohibición de la caza en l’Horta, aunque viene bien para otras cosas, ha podido perjudicar”, añadió Solsona. En ocasiones, explican los vecinos, los jabalíes llegan incluso hasta partidas más lejanas como La Caparrella y Torres de Sanui, aunque la mayoría de refugios los tienen en zonas cercanas al río como La Mitjana y los Aiguamolls de Rufea.

Los agentes rurales son conscientes de los problemas que acarrea la sobrepoblación de estos animales en l’Horta, pero advierten que no pueden hacerse batidas de caza por seguridad. “Hacemos vigilancias y esperas, pero es muy complicado cazarlos hasta que no se haya cosechado porque se esconden en los campos de maíz. En los últimos días hemos matado seis o siete”, explicó Llorenç Ricou, jefe del cuerpo en Lleida. En lo que va de año han abatido 60 en el término municipal de Lleida, más ya que los 59 registrados en todo 2015. “A los frutales no les hacen daño, pero destrozan los campos de maíz, no tanto por lo que comen como por lo que estropean”, añadió. También han atrapado alguno mediante jaulas, pero resulta difícil. La clave para evitar su proliferación sería actuar limpiando las zonas, como La Mitjana, que sirven de refugio y criadero para estos animales.

“Nos entran cada día cuando se hace de noche”Xavier Mercadé es un agricultor de Grenyana que en los últimos tiempos sufre la presencia constante de jabalíes, que dañan sus plantaciones de maíz. “Cada día entran cuando se hace de noche. Es una plaga que hace mucho daño. Avisamos a los forestales para que vengan a matarlos”, señala.