ENSEÑANZA ESCOLARIZACIÓN
Final feliz a 3 años de espera
“Se ha acabado un calvario que ha durado tres años. Estamos muy contentos y muy agradecidos a toda la gente que nos ha apoyado”. Así mostraba ayer Ingrid Arilla su alegría por poder llevar al fin al mismo colegio, el Enric Farreny de La Bordeta, a sus dos hijas, Yurena, de 11 años, y Leyre, de 6, después de que finalmente Enseñanza accediera a autorizar el traslado de la pequeña desde la escuela de Albatàrrec, municipio donde residen. La comisión de escolarización de Lleida ciudad dio luz verde al cambio de centro de Leyre la pasada semana, pero este no se materializó hasta este martes por la tarde, debido a los trámites burocráticos, por lo que ayer vivió el primer día completo en su nueva escuela e inicia ahora este curso, ya que su familia no la había llevado a clase en protesta por el veto de Enseñanza al traslado.
Tal como publicó este diario, esta familia llevaba solicitando el traslado desde el final del curso 2013-14, cuando sí consiguió que la mayor pudiera ser escolarizada en el Enric Farreny después de que sufriera, según su versión, acoso escolar en Albatàrrec, extremo que la Generalitat niega, aunque llegó a activar el protocolo por “bullying”. “Estos años han supuesto un gran desgaste familiar”, destacaba ayer Arilla en referencia a tener que llevar a las niñas a centros de dos municipios distintos. En este sentido, consideró que hasta ahora “no nos han escuchado”, y reiteró que ha quedado demostrado que el Enric Farreny sí tenía plazas disponibles.