Desarticulan en Lleida una banda de ladrones que robaba la carga de camiones en marcha

Los Mossos d’Esquadra de Lleida y la Guardia Civil han desarticulado un grupo criminal dedicado al robo en camiones en ruta mediante el método de los surferos (ver desglose) y al robo en interior de empresas con butrones. La red, formada por personas de nacionalidad rumana, vivía en Lleida y cometía los asaltos a camiones en ruta que circulaban por la A-2, la AP-2, la A-68 y la AP-68 a su paso por Zaragoza. La operación “Surcaz” se inició en abril en la capital aragonesa tras siete robos a camiones. La red dejó de actuar en mayo tras la alarma social creada y su difusión en los medios de comunicación, reorganizándose de nuevo en verano para volver a actuar en agosto. El grupo incorporó nuevos integrantes y cambió su actividad, dedicándose a los butrones en almacenes donde sustraían (tras inutilizar las alarmas) herramientas, elementos de riego de grandes superficies, fitosanitarios y material tecnológico e informático.

La Benemérita detectó que actuaban desde Lleida, por lo que se inició la segunda fase junto con los Mossos d’Esquadra. Se comprobó que el material sustraído se transportaba hasta La Rioja para destinarlo al mercado negro. Finalmente, la noche del 11 al 12 de octubre cometieron un asalto a un camión cuando realizaba su trayecto entre Tarragona y Madrid. El robo permitió a los investigadores localizar y detener la madrugada del viernes al sábado en Lleida a 7 sospechosos y realizar dos registros en domicilios de Lleida y Bellvís, donde hallaron parte del botín así como walkie talkies y arneses, entre otros objetos. Tres de los detenidos ingresaron el lunes en prisión. El grupo criminal estaba perfectamente jerarquizado y sus componentes desarrollaban diferentes labores dentro de la red.

‘Surferos’: sujetos a arneses para acceder al remolque

El modus operandi empleado es muy poco habitual y se conoce como el de los surferos. Los investigadores dicen que “es muy técnico, complicado y arriesgado”. Se hace de madrugada y se utilizan tres vehículos en cada asalto. Un primer coche se coloca delante del camión para que ralentice su velocidad, mientras que el segundo se sitúa en su parte trasera. Se trata de un vehículo con techo solar y solo con el asiento del conductor para que el surfero tenga más espacio para actuar. Sujetado a arneses, el ladrón sale por el techo solar o la ventanilla, se sitúa sobre el capó y con una herramienta (tipo radial) rompe la cerradura del remolque del camión y accede al interior. Una vez dentro, roba los artículos y los arroja al arcén. Un tercer vehículo se encarga de recoger los artículos robados.