Cargos vacantes en asociaciones de vecinos al no haber candidatos

Las asociaciones de vecinos de la ciudad ven como cada vez les resulta más difícil encontrar a personas con iniciativa y tiempo libre dispuestas a capitanear la entidad vecinal y sobre todo que sean jóvenes. Y es que el aumento de la presión fiscal sobre las entidades (tienen que justificar el doble de sus ingresos para recibir la subvención municipal) y la falta de implicación (y de tiempo) de los vecinos dificulta el relevo generacional.

Un claro ejemplo es la partida de Montserrat, que lleva desde junio sin presidente después de que Joan Rogés dimitiera por motivos personales. “Si no hay candidatos para presidirla en un mes, crearemos una junta gestora. Pero tenemos claro que no queremos que la asociación desaparezca”, explica Pau Rodríguez, su tesorero desde hace 12 años. Asegura que “con savia nueva podríamos organizar muchas más actividades” mientras alerta de que la población en la partida, y en general en l’Horta, está cada vez más envejecida. También la del Secà de Sant Pere se halla en una situación similar, después de que el viernes pasado dos miembros de la junta dejaran el cargo y a día de hoy falta cubrir el de vicepresidente. Además, su presidente, Julián Garrido, sigue porque nadie quiere sustituirle. “Soy presidente desde 1999. El barrio y yo necesitamos cambios e ideas nuevas” lamenta. Una idea que comparte Miquel Sabaté, de Noguerola, que detalla que la media de edad de los miembros de la junta que preside es de 65 años, lo que “desanima a que gente más joven se una al proyecto”. Subraya que su delicada situación económica es otro hándicap que limita su ámbito de actuación; “Este año cerraremos con un saldo negativo de 3.000 euros”, dijo.

Por su parte, el presidente de la FAV, Toni Baró, señala que la problemática del relevo es “histórica y generalizada”. Apuesta por unir esfuerzos para ejercer más presión ante las administraciones y conseguir, así, mayores resultados. “La comisión del Centro Histórico de la FAV que en breve constituiremos es un buen ejemplo, porque sus entidades comparten problemas”. Veni Ros, de Cappont, lamenta que todo el trabajo que sacan a los políticos no se vea recompensado con mejoras.