LLEIDA
Tres décadas de idiomas en la EOI
Se creó en 1986 ‘de prestado’ en aulas del colegio Joan XXIII || Tras años de reivindicaciones, en 1995 estrenó sede propia en Corregidor Escofet, donde aún continúa
Lleida estrenó Escuela Oficial de Idiomas en 1986, aunque ‘de prestado’ en tres aulas del colegio Joan XXIII, con cinco profesores e impartiendo tres idiomas (inglés, francés y alemán) a unos trescientos alumnos. Treinta años después, en la EOI son una cuarentena de docentes que enseñan ocho lenguas (a las tres citadas, se suman italiano, ruso, árabe, español y catalán, además de cursos sueltos de chino) a unos tres mil estudiantes, y llevan veintiún años en su propia sede, en un edificio construido entre 1993 y 1995 en la calle Corregidor Escofet, junto al CAP de Balàfia y el pabellón Barris Nord.
La actual directora, Sole Sebastia, afirma que en tres décadas han pasado por las aulas de la EOI de Lleida alrededor de treinta mil alumnos. Recuerda que cuando comenzaron a tener más inscritos, las tres aulas del Joan XXIII se les quedaron pequeñas y les dejaron aprovechar otras clases en las que hasta las cinco de la tarde estaban los niños de la escuela. “Usábamos sus pupitres y sillas y resultaba incómodo, sobre todo para las personas altas”, indica, aunque destaca que en esa época el ambiente que se vivía en la EOI era “muy familiar”. Relata que llegó un momento en el que el incremento de alumnos hizo la situación insostenible, de modo que profesores y estudiantes se movilizaron para reclamar una sede propia, con recogidas de firmas incluida. Al final, sus reclamaciones fueron escuchadas y la Paeria cedió a Enseñanza un terreno sin urbanizar entre Balàfia y Pardinyes, en una zona entonces poco menos que desolada. En 1993 comenzaron las obras de construcción del edificio que ocupan actualmente, que estrenaron en octubre de 1995. “El cambio fue brutal”, resume la directora. Tener sede propia, y en condiciones, les permitió crecer tanto en prestaciones como en estudiantes. Explica que desde entonces han ido acondicionando los espacios en función de sus necesidades y, sobre todo, aplicando nuevas tecnologías en las aulas. “Todo ha cambiado mucho desde que el profesor llegaba a la clase con el radio cassette para que los alumnos pudieran escuchar un audio y repartía fotocopias con ejercicios para que hicieran deberes. Por ejemplo, tuvimos un laboratorio de fonética, que con los años quedó obsoleto y ahora tenemos sala de ordenadores”, rememora. De hecho, Sebastia asegura que fueron pioneros en las EOI en “tener un ordenador portátil en el aula, que usaba el profesor”, así como en utilizar tablets o incluso los propios móviles de los alumnos para las clases. Apunta que desde sus inicios, fueron muy “dinámicos” a la hora de organizar actividades. “En Lleida fuimos pioneros en organizar en 1996 el primer congreso de EOI de España y desde entonces se celebra cada dos años”, relata, y añade que suelen complementar la formación con actividades como visitas guiadas en inglés a museos, exposiciones, conferencias e incluso viajes al extranjero en verano. Este curso están inmersos en un nuevo proyecto: un Erasmus que comportará nuevas formas de enseñanza.
Cursos semipresenciales y aulas en comarcasLa EOI de Lleida oferta cursos semipresenciales de inglés para las personas que no tienen disponibilidad horaria para ir a clase dos horas y media dos días a la semana. Actualmente, hay doscientos los alumnos inscritos en este programa. Además, el centro de Lleida tiene aulas en Balaguer, Tremp y Vielha, para facilitar que los vecinos de estas comarcas tengan acceso a cursos oficiales de inglés (y en Vielha también de francés). Asimismo, hay EOI en Tàrrega y en La Seu d’Urgell, y esta última dispone a su vez de aulas externas en Sort y Puigcerdà. La directora de la EOI de Lleida considera que de este modo queda bastante bien cubierta la enseñanza oficial de idiomas en el conjunto de la provincia. Por otra parte, destaca que la exigencia de saber ya no solo inglés sino un segundo idioma está comportando que en los últimos dos años se incorporen alumnos cada vez más jóvenes, sobre todo en alemán. También afirma que tienen alumnos jubilados que aprovechan que ya no trabajan y tienen tiempo para aprender idiomas.