“No queremos okupas”

Alrededor de doscientos vecinos (unos 400 según la organización) se concentraron ayer frente al local social de La Bordeta para exigir a las administraciones que expulsen a los okupas reincidentes e incívicos del barrio que causan problemas de convivencia y múltiples desperfectos en las viviendas en las que residen ilegalmente. “Les hemos dado oportunidades, los servicios sociales y cuerpos policiales les han ofrecido procesos de mediación pero los rechazan. La gente tiene miedo y no queremos aguantarlos más ni tampoco que los reubiquen en otros pisos de del barrio porque los destrozan. Hace 4 años que pedimos soluciones pero no llegan”, reivindicó ayer Mari Carmen Guerrero, presidenta de la entidad vecinal. También instó a distribuir a estas familias por todos los barrios de la ciudad, como en Ciutat Jardí o Zona Alta. Al grito de “No queremos okupas” o “Queremos vivir tranquilos”, los manifestantes se congregaron en la calle Pla d’Urgell de forma pacífica durante 30 minutos. Si en 15 días no ven acciones por parte de la Paeria o Generalitat, protagonizarán nuevas acciones “que puede que suban de tono”, aseguraron.

“Me vi obligada a malvender mi casa por las amenazas e insultos diarios de los okupas que vivían en el bloque de detrás. Era un sinvivir”, explicó Antònia, que desde hace nueve meses vive de alquiler en un piso en la calle Pla d’Urgell. En el caso de Adrià, de 21 años, recuerda con nostalgia que “me crié jugando en la plaza Esplai y ahora no se puede estar por los okupas que viven enfrente”, aseguró, y añade que sólo pido convivencia y que “nos dejen vivir en paz”.

Por su parte, el grupo municipal de ERC apuntó ayer que es necesario abordar el conflicto de La Bordeta con calma, serenidad y mediación. Por ello, propondrá en la próxima comisión de derechos de las personas elaborar un plan para evitar ocupaciones ilegales e incivismo en todos los barrios de la ciudad.