Trescientos negocios no podrán tirar sus residuos a los contenedores de la calle

Trescientos grandes productores de residuos de la ciudad de Lleida, principalmente comercios y restaurantes, deberán dejar de tirar la basura a los contenedores de la calle. Un nuevo sistema de recogida puerta a puerta, que se implantará por fases, les obligará a tener sus propios recipientes en el interior del local y a sacar la basura a horas convenidas.

El nuevo sistema de recogida de residuos puerta a puerta para 300 grandes productores de Lleida ciudad, como comercios y restaurantes, comportará que tengan que dejar de usar los contenedores a pie de calle de todas las fracciones. La Paeria ha empezado a enviarles cartas y visitarles para informar del sistema, que comportará que se les faciliten sus propios contenedores, adecuados al volumen de residuos que generan. Deberán ubicarse dentro de su almacén y solo podrán sacarlos a horas convenidas, cuando se lleve a cabo la recogida de cada fracción (basura convencional, orgánica, cartón, plástico y vidrio). El reciclaje será obligatorio y se incorporará un sistema de control y fiscalización. Se implantará por fases, primero a grandes productores comerciales y hosteleros, después en zonas comerciales y, al final, un plan piloto para domicilios. El objetivo es que todo esté en marcha en seis meses.

La puesta en marcha del nuevo sistema estaba prevista inicialmente para el 12 de diciembre, pero los hosteleros han pedido retrasarlo (ver desglose). “Podemos hablar de si el sistema se implanta en diciembre o en enero, pero empieza seguro. Los grandes productores deben ser solidarios con el medio ambiente, respetuosos con los vecinos y cómplices en la mejora de la gestión de residuos”, afirmó el teniente de alcalde de Urbanismo, Fèlix Larrosa. Se visitarán 111 locales hosteleros (81 restaurantes, 19 bares y pubs y 11 hoteles). En zonas comerciales como el Eix, está previsto iniciarlo en enero o febrero. La idea es mejorar el reciclaje de residuos hasta en 7 puntos. Ahora está en el 26%, por debajo de la media catalana.

Las empresas que lo prefieran podrán optar por gestionarse ellas mismas sus residuos a través de un gestor privado (lo que comporta el ahorro de la tasa de basuras), y la Paeria verificará que no usen los contenedores de la calle, reservados para los vecinos. El ayuntamiento está llevando a cabo reuniones y visitas de técnicos para explicar el sistema a los establecimientos afectados, y resalta que el uso de los contenedores por parte de negocios comportaba a menudo conflictos con los vecinos.

La seu

La Mancomunitat d’Escombreries de l’Urgellet, en el Alt Urgell, obliga desde 2004 a restaurantes y grandes supermercados a disponer de un contenedor propio para la fracción no reciclable. Son unos recipientes de 120 litros marcados con una etiqueta con el nombre del local, y que sacan a la calle para que los vacíe el servicio de recogida. Jordi Vilaró, gerente de la Mancomunitat, explicó que hay un centenar entre los 11 municipios de la mancomunidad: La Seu, Montferrer i Castellbò, Ribera d’Urgellet, Les Valls de Valira, Alàs i Cerc, Estamariu, Arsèguel, Pont de Bar, Cava, Josa i Tuixent y la Vansa i Fórnols. Pequeños comercios y bares, en cambio, pueden utilizar los contenedores de la vía pública.

También en el Pallars Sobirà, donde se aplica la recogida puerta a puerta de basura desde 2015, los establecimientos de restauración y negocios como campings tienen contenedores propios. A veces se ven con candados para evitar que vecinos lo llenen con su basura. Este sistema de recogida es habitual en ciudades europeas y gana terreno en Catalunya. Se hace en parte de Barcelona y Tarragona, Reus y Palamós.