La Paeria insta a desalojar una casa del Barri Antic por falta de seguridad

La Paeria ordenó a principios de este mes a los propietarios del edificio del número 4 de la plaza del Dipòsit, en el Barri Antic, “el cese de su uso como vivienda (...) por no reunir los requisitos mínimos de seguridad exigibles”, un año y medio después de detectar patologías en el inmueble que no solo no han sido subsanadas, sino que han empeorado. Asimismo, instó a a los dueños que en el plazo de un mes “dejen libres las viviendas de todo el inmueble (tiene cuatro plantas), por razones de peligro para las personas dada la falta de condiciones de seguridad”. El consistorio también alertó a los titulares del edificio que no se podrá ocupar de nuevo “hasta que se restablezcan las condiciones de seguridad y solidez necesarias para ser habitado y los requisitos mínimos de habitabilidad” y les comunicó que en caso de no desalojar las viviendas, “deberán asumir las responsabilidades de cualquier orden que se pueda derivar”.

En marzo de 2015, técnicos municipales detectaron grietas en los dos pisos superiores, que compartían pared maestra con el inmueble adyacente, que fue derribado, y constataron que el edificio “se estaba decantando”. La Paeria requirió entonces a la comunidad de propietarios que revisara las patologías y redactara un documento técnico especificando las soluciones. A finales de octubre dictó en un decreto el “incumplimiento del deber legal de conservación y rehabilitación” y dio quince días para acreditar la dirección técnica de la obra y diez para presentar alegaciones. Esta resolución fue entregada a los interesados el 20 de noviembre y el 15 de diciembre de 2015. Y casi un año después, el pasado 27 de octubre, técnicos constataron que estaban ocupadas la primera y segunda planta y que “la patología estructural del edificio afectaba” ya a todas las plantas, no solo a las dos superiores. Detallaron que hay “múltiples grietas/fisuras que indican que esta patología se encuentra activa” y también que “todos los pavimentos en las diferentes plantas del edificio están deformados”. Por ello, consideraron que “no garantiza las condiciones mínimas de seguridad para ser habitado” y recomendaron tomas medidas para “garantizar su estabilidad”.

El juez anula la plusvalía por la venta de la vieja comisaría de RondaUna sentencia del juez de lo contencioso de Lleida anula el cobro de una plusvalía de 75.28,04 euros por parte de la Paeria al Institut Català del Sòl (Incasòl) por la venta de la antigua comisaría del Passeig de Ronda a la comunidad rumana ortodoxa que la está reconvirtiendo en un templo. El impuesto de la plusvalía grava la transmisión de cualquier propiedad urbana, pero la sentencia detalla que la legislación vigente establece que, en el caso de que en el contrato de compraventa haya un condición suspensiva del mismo, este impuesto no se aplicará hasta que esta cláusula se haya cumplido. Acto seguido, el magistrado señala que el contrato de esta venta especifica que se hace “bajo la condición suspensiva en garantía del pago del precio aplazado y los intereses convenidos; de manera que quedará sin efecto por falta de pago en los plazos convenidos y, en este caso, el vendedor retendrá en concepto de indemnización las cantidades que han sido pagadas” y que “esta compraventa no se perfecciona” hasta el pago completo de todas las cantidades. Por ello, el juez concluye que ambas partes se acogen a la condición suspensiva prevista en la ley y da la razón al recurso presentado por el el Incasòl. La Paeria ha recurrido el fallo ante el Tribunal Superior de Justicia.