CONFLICTOS BARRIOS
Cerca de 300 vecinos protestan en la Bordeta contra los okupas incívicos
Salen a la calle para denunciar la inseguridad que viven desde hace años por esta problemática || Piden que Fiscalía actúe cuando se comunique una okupación
Entre 250 y 300 personas salieron ayer a la calle para denunciar la okupación “incívica” de pisos en el barrio de la Bordeta en la segunda movilización que convocan en lo que va de mes para exigir la expulsión de estas familias, que aseguran que son conflictivas. Encabezados por una pancarta en la que repitieron el mismo lema que la concentración del pasado día 3, “Fora ocupes conflictius de la Bordeta”, los vecinos partieron de la sede del local social y recorrieron algunas de las calles donde hay pisos okupados. La movilización se hizo bajo un amplio dispositivo de la Guardia Urbana y los Mossos d’Esquadra, pero sin incidentes.
Según la presidenta de la asociación de vecinos de la Bordeta, Mari Carmen Guerrero, se trata de familias reincidentes que vigilan durante unos días los pisos que pueden estar vacíos para okuparlos y que, una vez dentro, los desvalijan, lo venden todo y ocupan otro. “Nos preocupa que pase algo, como una explosión o un incendio, porque queman los cuadros eléctricos y manipulan los contadores de gas y luz”. Asimismo, Guerrero denunció que muchos vecinos han tenido que “malvender” sus viviendas para irse del barrio e incluso de la ciudad y que tienen miedo ante las amenazas que reciben cuando les recriminan su conducta. Los vecinos reclamaron que, ante la falta de respuesta por parte de la Paeria, Generalitat y cuerpos policiales, que han intentado mediar sin éxito, sea la Fiscalía la que actúe directamente cuando haya una denuncia. “Deben ser expulsados de la ciudad, porque si los echan de este barrio, se irán a otro”, advirtió Guerrero, quien dio una semana de plazo para evitar más movilizaciones.
Aseguran que hay actualmente siete viviendas en esta situaciónLa asociación de vecinos de la Bordeta calcula que en la actualidad hay siete pisos okupados en el barrio, pero advierte de que estas familias son reincidentes y que en los últimos cuatro años habrían okupado una treintena. Según la presidenta de los vecinos, Mari Carmen Guerrero, el Defensor del Menor debería interceder ante estas familias porque los niños viven en condiciones muy precarias. Además, Guerrero afirmó que temen que estas familias se dediquen a algunas actividades delictivas, lo que generaría más conflictividad en el barrio. Los propios vecinos han abortado algún intento de okupación y están pendientes de que estas familias no hagan tareas de vigilancia para entrar en alguna vivienda vacía. Algunos de los vecinos que protestaron ayer mostraron su preocupación después de que estas familias entraran en sus pisos para acceder a otros sin inquilinos.