La mayoría de grupos quieren consultar a los vecinos si cambian nombres franquistas

La comisión de calles de la Paeria no llegó ayer a ningún acuerdo sobre qué hacer con los nombres de calles vinculados al franquismo. La teniente de alcalde Montse Parra planteó consultar a los residentes en las calles en cuestión en el primer trimestre de 2017 si quieren cambiar la denominación y apuntó que modificar la documentación por este motivo comportará a los ciudadanos un gasto de 150 euros. Detalló que CiU, C’s y PP estuvieron de acuerdo, el Comú propuso extender la consulta a toda la ciudadanía y ERC y Crida prefieren que se vote en el próximo pleno nombre por nombre para no dilatarlo más. No obstante, el alcalde, Àngel Ros, aseguró que quizás no se acabe haciendo nada de eso. “Leeré el acta de la comisión [que no tiene poder ejecutivo] actuaré en consecuencia y llevaré una propuesta al pleno. La próxima semana comunicaré la decisión, que puede ser una de las recomendaciones o una diferente”, señaló. Recordó que “en 1979 la Paeria fue pionera en la adaptación de los nombres de las calles a la democracia. Lo que ahora hacen ayuntamientos como los de Madrid o Santander, en Lleida se hizo hace 37 años”. “En Lleida la gente joven no sabe que la avenida Corts Catalanes se llamaba División Azul. Ni que había una rambla del Generalísimo Franco, que ahora es Ferran”, detalló.

La edil de CiU Cristina Simó señaló que son partidarios de retirar los nombres relacionados inequívocamente con la represión franquista y citó Alcalde Areny. Para los casos en los que haya dudas apuesta por una audiencia pública con especialistas y vecinos y después “una consulta a los ciudadanos”, sin precisar si solo a los de calles afectadas o en global. Recordó que algunos nombres en discusión fueron aprobados por ayuntamientos democráticos y que ERC no los discutió cuando formó parte del gobierno local. La portavoz de C’s. Ángeles Ribes, coincidió en este punto y abogó por consultar a los vecinos de las calles afectadas. “Soy partidaria de que se les pregunte, pero ERC y Crida, que creen estar en posesión de la verdad absoluta, se niegan porque están seguros de que el resultado no será el que quieren”, remachó. Joan Vilella, del PP, opinó que si se hace una consulta debería ser en las calles afectadas, aunque dijo ser partidario de no cambiar nombres porque “el informe de los expertos no puso en evidencia ninguna vinculación directa con el franquismo”. Núria Marín, de ERC, insistió en la retirada de los nombres y mantuvo que debe ser el pleno “quien tome la decisión, ya que se trata de una cuestión de dignidad, justicia e higiene democrática” y criticó que la comisión deje en manos del alcalde la decisión de llevar el debate al pleno o preguntar a los vecinos. Igual que Pau Juvillà, de la CUP, ven en ello una “maniobra dilatoria”. La Crida ve “voluntad de PSC, PP y C’s de no llevarlo al pleno de diciembre” y subrayó que “hace 14 años que se reclama la retirada de calles franquistas”.