Un preso peligroso agrede a dos funcionarios cuando le reducían

Dos funcionarios de la cárcel de Lleida sufrieron ayer lesiones tras ser agredidos por un interno considerado peligroso que ya ha protagonizado cuatro altercados en la última semana. Según fuentes penitenciarias, la agresión se produjo a primera hora de la madrugada de ayer, cuando el interno, un joven de 21 años vecino de Mollerussa, agredió a los funcionarios mientras le reducían por causar destrozos en su celda. El agresor se había fabricado un pincho afilado a partir de la pata de una mesa. A causa de las lesiones, los dos funcionarios han tenido que pedir la baja por golpes en la cara y en los ojos. Este preso, que tiene como destino la cárcel de Córdoba por un robo con violencia, ya ha protagonizado varias agresiones a funcionarios y a otros presos y cuenta con un amplio expediente disciplinario, con diversos informes que acreditan su actitud violenta e inadaptaba. Fuentes penitenciarias señalaron que otros dos trabajadores han sido víctimas de la agresión.

Al respecto, la conselleria de Justicia confirmó que dos funcionarios habían sufrido heridas en este incidente y señaló que las lesiones eran leves. La dirección general de Servicios Penitenciarios forma parte de una mesa de trabajo con sindicatos para analizar y buscar medidas ante las agresiones registradas en las cárceles catalanas. Al respecto, la conselleria recuerda que esta mesa se creó a iniciativa de la dirección general ante la “inquietud” de los sindicatos y que en las reuniones se controla y califica cualquier incidente y se busca una solución.

Por su parte, el sindicato Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF) ha denunciado que las agresiones a los funcionarios de prisiones se deben al “menosprecio” y la falta de soluciones por parte de la Generalitat. Fuentes sindicales citan como ejemplo que los internos con actitudes tan violentas como el que protagonizó el último incidente en Ponent deberían pasar más tiempo con medidas especiales. El CSIF señala que llevan denunciando desde hace seis años la falta de personal en las cárceles, que se suple denegando permisos a los funcionarios. Asimismo, reclaman más inversión en formación y material adecuado para hacer frente a situaciones de riesgo ante los reos. También instan a la Generalitat a actuar por la vía penal para exigir responsabilidades a los presos que agreden a empleados públicos.