POLÍTICA PAERIA
El pleno aprueba vender 22 fincas para casas en Torre Salses con los votos de PSC, C’s y PP
El resto de la oposición vota en contra al creer que dará pie a la especulación cuando se desarrolle la zona comercial || Larrosa critica al Govern por dar licencia al “mazacote” de Leroy Merlin en Copa d’Or
El pleno de la Paeria aprobó ayer con los votos del PSC, Ciutadans y PP el pliego de condiciones y la licitación de 36 parcelas por 3,9 millones, entre ellas 22 destinadas a construir casas adosadas en Torre Salses (SUR 42), junto al futuro parque de medianas superficies comerciales de 55.000 metros cuadrados. El resto de grupos votaron en contra, porque consideran que pueden dar pie a la especulación urbanística. El Comú criticó que el precio de venta en el SUR 42 (unos 82 euros el metro cuadrado) sea la mitad que en la expansión de Ciutat Jardí, donde también saldrán a la venta once parcelas (ya salieron a licitación y no hubo ofertas). La Crida tildó los precios de “saldo” y auguró que cuando se implanten las superficies comerciales los compradores “harán negocio”. ERC habló directamente de “política de pelotazo” y censuró vender fincas para viviendas cuando aún no se ha elaborado el estudio sobre el impacto socioeconómico de la instalación de superfies comerciales.
PDECat i Unió consideró que la venta de parcelas de Torres Salses se debería discutir por separado de las de Ciutat Jardí y calles como Alcarràs, Camí de Picos y Narcís Monturiol, que figuran en el mismo expediente. En cambio, el PP no ve “ninguna complicación” y C’s opinó que es necesario dar salida “a una zona de la ciudad urbanizada y parada por la crisis”. El teniente de alcalde de Urbanismo, Fèlix Larrosa, argumentó que ahora “es buen momento” para vender y anunció que harán un esfuerzo comercializador. Además, defendió licitar terrenos para cumplir “exigencias presupuestarias” y argumentó los precios más bajos en Torres Salses “porque es un reto”. Asimismo, retrajo a PDECat que cuestione una zona comercial entre Magraners y La Bordeta y “la Generalitat dé licencia a un mazacote de 9.000 m² de venta en medio de la ciudad”, en referencia a la futura instalación de Leroy Merlin en Copa d’Or.
La oposición reclama generalizar las cláusulas sociales en las contrataciones municipales
Por otra parte, los pliegos de condiciones para la licitación de sistema de sonido, luz y infraestructuras de las fiestas prosperaron también gracias a los votos de PSC, C’s y PP. En este caso, ERC votó en contra y CiU, Crida y Comú se abstuvieron, y todos consideraron que la Paeria debería generalizar las cláusulas sociales en sus contratos, no restringirlos solo a cuando se amplíe plantilla. El debate se repitió en el concurso de contratación del mantenimiento y la brigada de acción inmediata.
Asimismo, de la moción de ERC, Crida y Comú que plantea un estudio y participación ciudadana sobre el sistema de recogida de residuos puerta a puerta se aprobaron cinco de sus once puntos. El PSC la calificó de “ridícula” porque, destacó, el sistema ya está en marcha para grandes productores y el estudio, encargado. De la moción de la Crida para profundizar en la lucha sobre la pobreza energética prosperó solo el punto que insta a inspeccionar de oficio en caso de incumplimiento de la ley por parte de las compañías y sancionarla.
Lleida
Los nombres de calles franquistas estuvieron presentes continuamente en el pleno, pese a no haber ningún punto del orden del día al respecto. Los republicanos iniciaron casi todas sus intervenciones diciendo “calles franquistas, no”, ediles socialistas replicaron con un “feliz navidad” y el PP, con “demagogia no”. Al final, ERC planteó al alcalde ocho preguntas y una la Crida sobre el tema en cuestión y Àngel Ros respondió apelando a la represión sufrida por su padre, su tío y su suegro tras la Guerra Civil, “que sufrieron cárcel, campos de concentración y exilio”. “Y de ellos que aprendí dos cosas: reconciliación y paz”, subrayó, y acusó de “demagogos” a los partidos promotores del cambio de nombre de ocho calles y de querer “destruir la reconciliación”. Criticó que CiU y ERC cuando gobernaron la Paeria no eliminaran esos nombres y propuso que la Generalitat fabrique “placas sin yugo y flechas” para sustituir las que quedan del franquismo en pisos sociales. Detalló todas las iniciativas llevadas a cabo por el ayuntamiento desde 1979 sustituyendo nombres como Rambla del Caudillo por Rambla Ferran, la dignificación de fosas en el cementerio y hasta 2014 con una exposición sobre la transición. Insistió en que cambiar los nombres es legalmente potestad del alcalde, pero apuntó que “si una mayoría de vecinos de las calles analizadas por la comisión de expertos lo pide, con una mayoría de firmas de mayores de edad empadronados, procederemos a hacer el cambio”. Carles Vega (ERC) también tildó a Ros de “demagogo” y aseveró que “una cosa es reconciliación y otra desmemoria”. Dijo que “queda mucho por hacer”, opinión que compatió Pau Juvilla (Crida), quien negó que tengan ninguna voluntad de “desgaste sino de justicia”. Ros rechazó ser calificado de “franquista” y Vega negó haberlo hecho.