El fin de la calefacción central

El fin de la calefacción central se acerca. Teóricamente, una directiva europea sobre eficiencia energética determina que el 1 de enero de 2017, es decir, dentro de una semana, todas las viviendas deberían disponer de calefacción individual. Sin embago, ni el Gobierno español ha traspuesto este apartado de la normativa ni las comunidades de propietarios se han puesto las pilas de modo que, según estimaciones de los instaladores de Lleida, quizás son un 10% del total (unos 70.000 hogares) los que se han adaptado a las exigencias europeas. La forma más sencilla de cumplir la normativa es poner un contador a cada vecino, para calcular su gasto de forma individual y dejar así de pagar por su coeficiente de participación en la calefacción central. No obstante, en algunas instalaciones no se puede instalar este dispositivo y es necesario regular cada radiador por separado con una válvula termostática en su entrada. El coste oscila entre los 800 y los 1.100 euros, pero supone sobre un 30% de ahorro para los vecinos (ver desglose).

Una portavoz del ministerio de Energía y Turismo indicó que “se sigue trabajando en transponer esta parte de la directiva” y añadió que “hay unos dieciséis países europeos que todavía no han transpuesto este apartado”.Asimismo, recordó que “desde 2007 ya es obligatorio instalar contadores individuales en las viviendas nuevas”.

El ministerio sí ha transpuesto otras cuestiones de la directiva, como qué deberá contener una auditoría energética a la que estarán obligadas todas las empresas o qué profesionales podrán hacerlas, a través de un real decreto que aprobó el Consejo de Ministros el pasado mes de febrero, con año y medio de retraso sobre el calendario fijado por Bruselas. En todo caso, representantes de los instaladores y de los administradores de fincas calculan que en enero el Gobierno central abordará la cuestión de la calefacción individual en las viviendas.

Lleida

Otro servicio básico que cuenta con un número considerable de instalaciones comunitarias es el del agua. En Lleida ciudad, todavía hay 3.170 bloques que cuentan con un único contador, según la información facilitada por la concesionaria del servicio, Aigües de Lleida. Son el 8 por ciento del total de los 39.467 usuarios que tiene dados de alta. Este tipo de instalaciones penaliza a los usarios que consumen menos y beneficia a los que gastan más, ya que el importe del recibo se distribuye equitativamente entre todas las viviendas, independientemente de las personas que residan en cada una de ellas. Esta es una de las razones que explican que en los últimos años sea relativamente habitual que comunidades de vecinos que cuentan con este sistema opten por instalar contadores individuales. No obstante, en este caso no hay ninguna normativa que contemple la supresión total del suministro colectivo.

El coste de las obras de individualización depende de las obras que son necesarias. Una vez efectuadas, hay que pagar 163 euros para dar de alta el contador.

Acatar la normativa costará alrededor de mil euros por vecinoEl presidente de los administradores de fincas de Lleida, Jaume Facerías, también estima que el Gobierno central no tardará en trasponer la normativa europea, que es de obligado cumplimiento. Apunta que el gasto por vecino para adaptar la calefacción central a las exigencias europeas ronda los mil euros. “Son entre ochocientos y mil cien, en función del número de radiadores”, precisa, y defiende que el gasto quedará amortizado en unos dos o tres años gracias al ahorro que supone tener contadores individuales. “Hay que afrontar este gasto pensando que este sistema sirve para ahorrar energía, de manera que las comunidades de propietarios saldrán beneficiadas”, argumenta, y subraya que “los técnicos cifran el ahorro en un 30%”. Asimismo, corrobora que por el momento solo han instalado los dispositivos algunas comunidades.