Las subidas del nuevo año

El año 2017 comienza con previsibles subidas de precios en las facturas energéticas de las familias y también en las telecomunicaciones. De hecho, solo se auguran abaratamientos en el caso de las autopistas que dependen del Estado y las hipotecas gracias a un Euribor que mantendrá, según los expertos su tendencia a la baja.

Año nuevo, precios nuevos y más caros para las familias, centrados en especial en los sectores de la energía y de las telecomunicaciones, que suelen tener un efecto en cascada sobre otros productos.

Los expertos dan por hecho que este nuevo año traerá una electricidad más cara. A pesar de que la parte regulada del recibo, que representa el 60% de lo que pagamos y que marca el Gobierno central, se mantendrá un año más congelada, el precio de la electricidad en el marcado mayorista no ha dejado de crecer. De octubre a diciembre, el precio del megavatio se ha disparado de 40 a 60 euros. A la hora de explicar las razones se apunta al encarecimiento de las materias primas, léase petróleo y gas natural, como a la climatología. La generación de electricidad va ligada a las lluvias, en el caso de la hidroeléctrica, o al viento, en el de la eólica.

Los expertos auguran un Euribor a la baja al menos a lo largo de todo el nuevo año 2017

El megavatio ha pasado de 40 a 60 euros en los últimos tres meses, disparando las sospechas de Competencia

En el caso del gas, la historia se repite: congelación de la parte regulada por parte del Ejecutivo central pero una materia prima que se ha disparado un 13,7% en el último trimestre. Ante este panorama, los expertos calculan que el recibo podría encarecerse en este comienzo del año en torno a un 3,5%.

El petróleo, por su parte, y después de años de bajadas de precios, está repuntando de nuevo. El acuerdo de los países productores de la OPEP, seguido por otros Estados que no están dentro de esta organización, de reducir la oferta está teniendo ya sus primeros efectos. La OPEP sacará al mercado un millón menos de barriles diarios. La reacción en el mercado del Brent, de referencia en Europa ha sido al alza, al pasar de los 47,5 dólares el barril a los más de 56 actuales y los expertos calculan que seguirá su carrera hasta situarse en torno a los 60. En el caso del crudo, hay que tener en cuenta que a la subida de precio hay que añadirle que la revalorización del dólar, o el debilitamiento del euro ante el billete verde, según quiera verse. Así las cosas, saldrá aún más caro comprar el oro negro. Si el año pasado el crudo barato supuso un alivio de unos 10.000 millones para la economía española, habrá que ver cuánto cuesta un petróleo al alza.

En el caso de las telecomunicaciones, los consumidores estaban acostumbrados hasta el año 2015 a un sector que rebajaba precios. Esta tendencia se ha roto y para 2017 se auguran repuntes de tarifas ligados también a mejoras en los servicios, pero al fin y al cabo recibos más caros para las familias. El primero en anunciarlo ha sido Movistar, que prevé encarecer a partir de febrero 5 euros sus paquetes convergentes “Fusión” a cambio de más datos móviles a aquellos clientes que cuenten con tarifas que incluyen 2 o 4 líneas móviles. Los expertos auguran que esta puede ser la política de otras grandes compañías.

En el caso del transporte, buena parte viene regulado por administraciones locales (ver la página 4), pero en los billetes de Renfe de momento no se ha hecho pública cuál será la política de precios en el caso del AVE y larga distancia, pero se congelan los billetes de los convoyes regionales.

Correos, por su parte, encarece cinco céntimos el franqueo de la carta normal, que pasa a medio euro. Mandar una misiva a Europa costará a partir de 1,25 euros y al resto de países, 1,35, según informó ayer la compañía.

Lo que sí será más barato es circular por las autopistas de peaje que dependen del Estado. Sus tarifas se establecen teniendo en cuenta la inflación y el volumen de tráfico registrado, dos variables que se traducirán en una rebaja del precio del 0,4%.

La segunda gran rebaja para el bolsillo de las familias seguirá llegando de las hipotecas contratadas a tipo variable y referenciadas al Euribor. Los expertos coinciden en que este tipo de interés se mantendrá a la baja a lo largo de 2017 y se adentrará más en tasas negativas favorecidas por la política monetaria marcada por el Banco Central Europeo, liderado por Mario Draghi.

lleida

Los pensionistas han perdido el 1,25 % de poder adquisitivo en 2016, debido a que la subida del 0,25% que experimentaron sus prestaciones, el mínimo permitido por ley, ha sido inferior a la inflación con la que ha cerrado este año (1,5 % en diciembre). En el caso de la provincia de Lleida y con la prestación media de 794,43 euros, la pérdida de poder adquisitivo es de casi diez euros al mes, 140 anuales. Además, con una hucha de las pensiones cada vez más vacía y con la reforma del sistema como gran aspecto a tratar, las prestaciones para los mayores se incrementarán en 2017 solo otro 0,25%. En Lleida, la revalorización mensual apenas representa 1,98 euros.

Entretanto, y como aprobó ayer el Consejo de Ministros, el Salario Mínimo Interprofesional registra en 2017 su mayor subida en 30 años, con un 8%. Son dos datos que no dejan de ser relevantes, pero que sitúan el SMI en apenas 707,6 euros mensuales, después de una revalorización de 52,4. Se trata de una medida pactada entre el PP y el PSOE que da muestras de los cambios que trae la nueva situación política en el Congreso y que no ha contentado, ni de lejos, a los sindicatos. Por una parte, aseguran que ellos estaban negociando con el Gobierno de Rajoy mayores incrementos y, por otra, que el Salario Mínimo sigue muy lejos de los 800 euros que reclamaban. Para el final de legislatura, en 2020 si no hay adelanto de las urnas, aspiran a que se sitúe en torno a los mil euros.

Entretanto, aún no hay un pacto entre patronal y sindicatos de cuál debe ser el marco de negociación salarial para este 2017. La patronal admite subidas en aquellos sectores o empresas que puedan afrontar incrementos de costes y los sindicatos consideran que es hora de que los trabajadores, después de años afrontando incluso rebajas de sus rentas, se beneficien de la mejora de los resultados de las empresas.