Media docena de salidas de bomberos por el viento

Los Bomberos de la Generalitat efectuaron ayer media docena de salidas en las comarcas de Lleida debido a los daños provocados por las fuertes rachas de viento, que llegaron a ser de hasta los 100 kilómetros por hora en el Pirineo y de 45,7 km/hora en la capital del Segrià.

El incidente más aparatoso fue el que se produjo a media mañana en la pista de hielo de la plaza Sant Joan cuando se derrumbó la estructura metálica que aguantaba los focos. Afortunadamente, cayó sobre la pista cuando no había nadie por lo que ninguna persona resultó herida. Precisamente, ayer era el último día que debía abrir al público.

Los bomberos revisaron fachadas en Alcalde Areny, Cappont y Tàrrega por la caída de cascotes

Los Bomberos también efectuaron otras salidas a lo largo de la mañana para revisar fachadas y otros elementos que amenazaban con caer. A las 12.11 horas fueron alertados para que fijarán unas láminas de plástico de un edificio de la avenida Alcalde Areny. Poco después acudieron hasta la calle Santa Cecília, para retirar cascotes de la fachada del edificio del número 18. También cayó al suelo la valla de protección del parking de zona azul habilitado en el solar de los antiguos bloques del Seminario. Por su parte, las brigadas municipales retiraron mobiliario urbano afectado por el viento, que arrancó carteles y movió contenedores. Otra de las salidas de los bomberos tuvo lugar en Tàrrega, también para revisar una fachada pero en la que no hubo daños mayores.

En el Pirineo leridano, la nieve obligó a los vehículos utilizar cadenas en la Bonaigua (más información en la página 14). El viento también provocó que la sensación de frío fuera mucho mayor de lo que reflejaron los termómetros. De esta forma, aunque en la ciudad a mediodía se alcanzaron los 10,5 grados, la sensación era de solo cuatro.