Un festival musical y más eventos para dinamizar el Centro Histórico

El plan estratégico de dinamización económica del Centro Histórico, encargado por la Paeria hace unos meses, recomienda atraer eventos al barrio, ya sea trasladando actividades que se hacen en otros puntos de la ciudad, o creando otras nuevas, como un festival de música veraniego –recuperando el espíritu del Senglar Rock– en distintos escenarios. “Además de activar la zona, serviría para generar actividad económica y turística en la ciudad”, señala y también propone eventos deportivos como una carrera anual con mascotas. Entre las actividades que podrían trasladarse a la zona, potenciada bajo la marca conjunta “Districte Mercat del Pla”, están la Festa vel Vi –repartida por carpas de bodegas y restaurantes de distintas calles– y otras como la Festa de la Cervesa, la del Pulpo, la Feria de Abril o el festival de danza “The best on”.

Estas son solo algunas de las 50 propuestas de este plan, que está basado en la colaboración público-privada, a través de una nueva asociación de comerciantes, con un plan a 5 años y un presupuesto conjunto de 200.000 €. El objetivo es crear un centro comercial al aire libre con identidad propia que se remarcaría con una señalización homogénea y vistosa, potenciando también los graffitis como expresión de arte urbano (se plantea un concurso anual de esta disciplina y designar paredes y puertas metálicas aptas para dibujar).

La actuación se abordará por fases, fijando zonas prioritarias e incidirá en ocupar los locales vacíos (se prevén más ayudas a nuevas implantaciones) y promoviendo que se instalen locomotoras comerciales. Para lograrlo y conseguir un aumento del tráfico peatonal, se considera clave mejorar la percepción de seguridad y aprovechar el crecimiento del turismo, con la apertura del nuevo parador.

Diseño, moda, arte, tecnología y gastronomía, sectores prioritarios El plan dibuja un barrio en el que las actividades principales estén vinculadas a sectores emergentes, relacionados con la creatividad, como son el diseño, la moda, el arte, la tecnología, la gastronomía y el turismo, vinculados a valores ya existentes como el asociacionismo y su diversidad cultural y potenciando otros como el de la “economía verde”. Para lograrlo, también se plantea que sea una zona donde testear el proyecto de “Smart city”, una iniciativa para potenciar el uso de las nuevas tecnologías en el ámbito urbano por el que Lleida quiere apostar desde hace años, pero que está por desarrollar. Uno de los hándicaps, como critican los vecinos, es la gran concentración de servicios sociales que “provoca estigmatización y dificulta la dinamización”. El plan reclama “un consenso de ciudad” para afrontar su descentralización.