FERROCARRIL INFRAESTRUCTURAS
Patrimonio ferroviario olvidado
La estación de mercancías del Pla de Vilanoveta lleva cerca de cuatro años fuera de servicio y prácticamente abandonada y con edificios en deterioro evidente || Adif no tiene planes por ahora para reflotarla y la Paeria prevé volver a solicitar la cesión de la terminal para un museo
La estación de mercancías del Pla de Vilanoveta, ubicada entre el polígono El Segre y la autovía LL-11, lleva ya cerca de cuatro años en un manifiesto estado de abandono y sin ver grúas cargando contenedores. Renfe desvió a otras terminales los trenes de mercancías que acogía y Adif trasladó al personal, con la previsión de que pudiera volver a ponerse en marcha en el futuro si se concretaba el interés de empresas de transporte ferroviario –el sector de mercancías está liberalizado–. Sin embargo, no se ha concretado nada nuevo y las hierbas en los raíles ya superan el metro de altura en algún punto. Además, el deterioro de los edificios va acelerándose. En especial el de uno de los inmuebles principales de la antigua estación, un vistoso edificio de arquitectura ferroviaria que data de los años 20 y que funcionó como edificio de oficinas y administración de la línea de La Pobla y luego como viviendas ferroviarias. Está en un estado de evidente ruina, con la mayor parte del techo hundido. Otros están más enteros, pero van acusando el abandono.
La Paeria anunció su intención de solicitar a Adif la cesión de la estación para acoger un museo del ferrocarril, pero el proyecto no ha salido adelante por ahora. El alcalde, Àngel Ros, aseguró que tiene reunión solicitada con el presidente de Adif, para tratar sobre el desarrollo del plan de la estación, y que también volverá a plantearle esta cuestión, como ya hizo en otra ocasión.
La única parte activa son los talleres, para la línea de La Pobla de FGC y para restaurar trenes antiguos
Mientras, el único espacio con actividad en la terminal son los talleres. Allí mantiene su actividad de restauración de trenes antiguos la Asociación para la recuperación de material ferroviario histórico. Además, el año pasado Adif arrendó el resto de este espacio para el mantenimiento de los trenes de la línea de La Pobla que ahora gestiona FGC. El resto de las instalaciones duerme el sueño de los justos y estudios que han destacado su potencialidad para usos logísticos, vinculados al futuro Corredor Mediterráneo, han quedado en el cajón.