Los pacientes a los que la pública facilita una segunda opinión médica se duplican en Lleida

La conselleria de Salud aprobó el año pasado un total de 61 peticiones en la región sanitaria de Lleida de pacientes que solicitan una segunda opinión médica en otro centro de la red pública catalana con el fin de confirmar su tratamiento terapéutico o contrastar un diagnóstico. Son el doble de las solicitudes tramitadas en 2015 (28), y seis más que en 2014, cuando fueron 55. Más de la mitad de las segundas opiniones (57,37%) correspondieron a las especialidades de Oncología Médica y Neurocirugía. Un total de 56 de las 61 solicitudes fueron de pacientes del hospital Arnau de Vilanova, el de referencia de Lleida, mientras que solo uno del Santa Maria la pidió y las cuatro restantes las solicitaron leridanos tratados en otros centros de Barcelona.

Los centros preferidos por los usuarios para contrastar su tratamiento o diagnóstico son, por orden, el hospital Vall d’Hebron (30 peticiones); el hospital Clínic (11); el de Bellvitge (10); el de Santa Creu i Sant Pau (5); y, el Institut Català Oncològic (ICO) de L’Hospitalet de Llobregat (3) y de Badalona (2).

El número de solicitudes es mucho menor en el Pirineo, lo que se debe a que su población es mucho menor y a que su hospital de referencia es también el Arnau. Así, el año pasado Salud tramitó dos peticiones de segunda opinión; tres en 2015 y, ocho en 2014. Las principales razones para solicitarlas en estos tres años responden a consultas de Oncología Médica (50%) y la otra mitad hacen referencia a otras especialidades como Traumatología, Neurología o Reumatología. De la misma forma que los pacientes del llano, la Vall d’Hebron es el centro de destino preferido para esta segunda atención.

El derecho a obtener una segunda opinión médica está regulado por un decreto y está sujeto a circunstancias de especial gravedad (ver recuadro).

El personal de enfermería critica a Comín por los enfermos en pasillos Los sindicatos Satse y UGT, el colegio de Enfermería de Lleida y el de Barcelona (COIB) y el colectivo Marea Blanca mostraron ayer su “indignación” contra el conseller Toni Comín por afirmar que las enfermeras colocan a algunos pacientes en los pasillos para “tenerlos a la vista” en una entrevista publicada el domingo por El Periódico. “Si las enfermeras de Urgencias se ven obligadas a atender a los enfermos en los pasillos es porque no tienen otras opciones al no poder derivarlos a planta por falta de camas”, manifiesta el comunicado del COIB, que también suscribe el de Lleida. Por su parte, el sindicato Satse calificó las declaraciones de Comín de “desafortunadas” y espera que sean un malentendido.