CONCESIONES
La empresa que gestiona la Llotja renuncia a la concesión por el "inasumible desajuste económico"
Afirma que los ingresos son un 50% inferiores a lo previsto y la gestión la asumirá el Centre de Negocis i Convencions
La empresa La Llotja de Lleida SA, encargada de la gestión del palacio de congresos de Lleida ha anunciado esta tarde su intención de rescindir el contrato por el "inasumible desajuste económico" en la concesión. Aseguran que los ingresos han sido, de media, un 50% inferiores a lo que preveían los estudios económicos previos a la licitación, lo que unido al impacto de la crisis, el elevado canon que deben pagar y los altos costes de mantenimiento y el gasto energético del edificio hacen "económicamente inviable la concesión". La empresa, que asumió la gestión de la Llotja en 2012, comunicó el pasado día 16 de enero al Centre de Negocis i Convencions (CNC), propietaria del edificio, la solicitud de extinguir la concesión antes del 28 de febrero.
El teniente de alcalde Rafael Peris ha asegurado que mañana planteará al consejo de administración del Centre de Negocis i Convencios –una sociedad mixta entre la Paeria y Mercolleida que es la propietaria del edificio– que sea esta empresa la que asuma la gestión de la Llotja. “Habíamos tenido conversaciones pero no fue hasta la semana pasada que nos comunicaron que querían dejarlo. Lo hemos valorado y propondremos que sea el CNC el que asuma la gestión del palacio de congresos, en tanto que es su propietario”, ha afirmado. Reclamarán “hasta el último céntimo” de los canones impagados por la empresa –unos 315.000 euros, aproximadamente– más los intereses y se estudiará si cabe alguna penalización por incumplimiento de contrato. “Lo más importante es garantizar que todos los congresos y reuniones previstos se seguirán haciendo, con total tranquilidad”, ha señalado Peris. Además, ha destacado que otras ciudades como Girona, Tarragona, Oviedo, Burgos, Vitoria y Orense han decidido también pasar sus centros de congresos de gestión privada a pública.
Por su parte, la empresa ha explicado que ya en otoño de 2015 habían manifestado su intención de dejar la gestión de la Llotja en caso de que no pudiera modificarse el contrato. En abril de 2016 presentaron una propuesta en la que planteaban seguir con ella si se solucionaba su “desequilibrio económico” o bien la rescisión del contrato, proceso que culminó en la solicitud formal de hace dos semanas.
La empresa destaca el compromiso que ha mostrado con la Llotja con una inversión de 1,5 millones en mobiliario y equipamiento como instalaciones de cocina, muy por encima de los 395.000 euros previstos en el contrato. Consideran “altamente injusto” que solo se hable de la deuda que tienen en el pago del canon y no del esfuerzo inversor que han hecho durantes estos años.