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SUCESOS INVESTIGACIÓN

Enseñanza desoye la demanda de indemnizar a la familia de Abel, el profesor asesinado

Exigen un millón al considerar que falló la seguridad en el instituto de Barcelona cuando un alumno mató al maestro leridano || El Govern no ha contestado en diez meses, cuando el máximo legal es 6

Minuto de silencio que se hizo en la plaza Paeria el día siguiente de la tragedia.

Minuto de silencio que se hizo en la plaza Paeria el día siguiente de la tragedia.

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El Consorci d’Educació de Barcelona, formado por la Generalitat y el ayuntamiento de la capital catalana, todavía no ha contestado a la reclamación de responsabilidad patrimonial que la familia de Abel Martínez, el profesor leridano muerto el 20 de abril del año 2015 a manos de un alumno que le apuñaló en el insituto público Joan Fuster de Barcelona. La familia reclama un millón de euros de indemnización al considerar que el centro era el responsable del alumno y fallaron las medidas de control. El plazo máximo para emitir la resolución era de seis meses por lo que la demora ilegal ya es de cuatro meses.

Los padres y el hermano, representados por el letrado José Antonio Calles, de Calles Advocats, interpusieron la reclamación el 23 de marzo del año pasado y “a día de hoy (por ayer) no hemos recibido ninguna notificación al respecto”, aseveró. El abogado también afirma que “si en las próximas semanas no recibimos una respuesta, acudiremos a la justicia”. Por su parte, desde el Consorci d’Educació de Barcelona explicaron que “estamos pendientes del dictamen de la comisión jurídica asesora”.

Los padres del joven, que dependían económicamente de él, y su hermano padecen duelo patológico. La reclamación de la familia se basa en el artículo 1903 del Código Civil que dice que “las personas o entidades que sean titulares de un centro docente de enseñanza no superior responderán por los daños y perjuicios que causen sus alumnos menores de edad durante los períodos de tiempo en que los mismos se hallen bajo el control o vigilancia del centro”. El mismo instituto informa en su página web de las normas básicas de convivencia. Una de ellas es que no se debe permitir la entrada a los alumnos que lleguen 10 minutos después de haberse iniciado las clases. El alumno entró al centro una hora y 17 minutos después. El niño ya estaba identificado como un “alumno conflictivo”, según un informe de los Mossos.

El caso se archivó por la vía penal porque el autor era inimputable al tener solo 13 años. El alumno entró en el centro armado con una ballesta y un machete, con el que mató al profesor Abel Martínez, que evitó que la desgracia fuera mayor.

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