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Imagen de archivo del tramo existente de la variante sur.

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La variante sur de Lleida (C-13) debe cruzar l’Horta y enlazar con la ronda norte (A-2) en un punto cercano a Alcarràs, cerrando así un anillo de circunvalación de la ciudad de alta capacidad, con 4 carriles. Así está previsto en los planes de infraestructuras, pero hoy por hoy, más de ocho años después de que la Generalitat presentara una propuesta de trazado que registró una gran oposición en l’Horta, no hay ninguna previsión de llevar adelante el proyecto. “Estamos a la espera de que haya más consenso en el territorio”, explicó una portavoz de la conselleria de Territorio, quien indicó que no prevén plantear ningún nuevo trazado. Lo cierto es que la llegada de las restricciones presupuestarias por la crisis hizo que este proyecto quedara en un cajón por su alto coste (previsto en 179,5 millones de euros) y el conflicto en l’Horta ha servido como una conveniente coartada para no volver a plantearlo, ya sea con el trazado propuesto o con uno modificado.

El Govern sí abordó el desdoblamiento del tramo existente de la C-13, convirtiéndolo en autovía en 8,5 kilómetros entre la LL-12 (acceso a la autopista) y la LL-11 (Lleida-Els Alamús). En la inauguración de esta obra hace cuatro años el entonces conseller de Territorio Santi Vila reconoció que la conexión con la ronda norte no podría completarse a corto plazo por falta de disponibilidad económica y porque no había acuerdo sobre el trazado.

La obra estaba presupuestada en 179,5 millones y ha quedado archivada en el cajón

Mientras, ni siquiera se ha completado el enlace con la autovía A-2 por el este, cerca de Alcoletge, que está pendiente de la redacción del estudio informativo, pese a que la variante termina ahora en la LL-11, a menos de un kilómetro de la A-2. Todo ello, hace que la variante sur absorba mucho menos tráfico del que podría tener, ya que resulta poco útil para su principal finalidad, que es sacar del centro urbano el tráfico que tiene como destino otras localidades.

La propuesta de trazado de prolongación de la variante sur presentada en diciembre de 2008 preveía que la carretera pasara por Rufea, Butsènit y Pla de Gensana mediante un gran viaducto de 2,5 kilómetros paralelo al ‘bypass’ del AVE.

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