Los antibióticos recetados en Lleida se reducen un 40% en los últimos 10 años

Los antibióticos recetados por los médicos de Lleida han disminuido un 40% en la última década de acuerdo con los datos de Salud. Los facultativos señalan que es clave racionalizar su uso para evitar que las bacterias a las que tratan estos fármacos se vuelvan resistentes y dicen que la población cada vez está más concienciada de ello.

Los antibióticos recetados se han reducido en un 39,72% en los últimos diez años en la región sanitaria de Lleida, pasando de los 367.414 envases de 2005 a los 221.459 prescritos en 2015, según datos de la conselleria de Salud. Médicos consultados coinciden en apuntar que uno de los factores que ayudan a explicar este descenso es el de evitar un uso excesivo, que hace que las bacterias se vuelvan resistentes. Además, señalan que una mayor concienciación entre los pacientes sobre este aspecto. Sin embargo, la OMS alerta de que aún queda mucho camino por recorrer porque la resistencia a los antibióticos está creciendo en todo el mundo.

“Las resistencias son directamente proporcionales a la cantidad de antibiótico que circula entre la población. Como más se utilizan, más resistencias aparecen”, explica Joan Antoni Schoenenberger, profesor de Medicina y jefe de Farmacia del Arnau de Vilanova, que añade que, en cambio, antibióticos que se dejaron de usar hace muchos años, “como la fosfomicina, hoy en día son útiles en infecciones de orina porque las bacterias ya no se acuerdan de él”. Por su parte, un médico de familia recuerda como hace años los pacientes llegaban a presionarles para que les recetaran un antibacteriano. “La población cada vez es más consciente de que no debe automedicarse y sigue los consejos de su médico. Un catarro solo requiere reposo”, indica.

Los avances en la práctica diaria médica también han permitido controlar el uso de estos fármacos. Así, por ejemplo, los CAP de Ponent realizan un frotis a los pacientes con anginas o faringitis para determinar en solo cinco minutos si es de origen vírico o bacteriano. “Solo si es bacteriano recetamos antibióticos”, señala otra facultativa.

Entre los antibióticos más recetados por los médicos de cabecera figuran la amoxicilina y la amoxicilina con ácido clavulánico, dos de cuyas marcas más habituales aparte de los genéricos son Clamoxyl y Augmentine, respectivamente, y la azitromicina. En los tres casos son de amplio espectro, es decir, que son eficaces contra numerosas bacterias.