Los Mossos ratifican que el apuñalador neonazi actuó movido por la xenofobia

La Audiencia Provincial juzga desde ayer a Alejandro Ruiz Vidal, exestudiante de Medicina de la UdL de ideología neonazi que en septiembre de 2014 apuñaló a cinco personas en Lleida ciudad. Ruiz se negó a declarar, mientras que agentes de los Mossos aseguraron que los ataques fueron racistas y xenófobos. Hoy declaran las víctimas.

“Me voy a acoger al derecho a no declarar. No voy a responder a ninguna pregunta, ni a las de mi abogado ni a las de ningún otro”. Estas son las únicas palabras que ayer pronunció ante la Audiencia Provincial de Lleida Alejandro Ruiz Vidal, el autor confeso de los cinco apuñalamientos que tuvieron lugar en plena calle el 22 de septiembre del año 2014 y por los que se enfrenta a una condena de hasta 86 años de cárcel. El joven riojano y exestudiante de Medicina de la UdL lo dijo al inicio del juicio. Posteriormente, se limitó a escuchar con suma atención las declaraciones de mossos, urbanos y bomberos, mostrándose inexpresivo y tranquilo.

El jefe de la investigación de los Mossos explicó que “fueron unos hechos graves y excepcionales. Desde el primer momento intuimos que eran obra de la misma persona. Lo corroboramos con las grabaciones de las cámaras de seguridad de hasta seis lugares con el recorrido que hizo”. Preguntado sobre si Ruiz Vidal había seleccionado sus ataques, afirmó que “cuatro de las cinco víctimas eran de origen extranjero y durante los apuñalamientos se cruzó con otras personas a las que no hizo nada, por lo que creemos que sí”. Posteriormente, “corroboraamos su ideología fascista, neonazi y de ultraderechas cuando fuimos con él al registro de su piso”. Un pequeño apartamento situado en la avenida Rovira Roure y al que prendió fuego antes de iniciar los ataques. Había dibujos en la pared como esvásticas, una caricatura de Hitler y números como el 14 (conocido como las “catorce palabras” pronunciadas por David Lane, líder supremacista blanco que significan “Debemos asegurar la existencia de nuestro pueblo y un futuro para los niños blancos”) y el 88 (que significa Heil Hitler, que procede de la posición de la letra H en el alfabeto). También hallaron cinco libros con los dogmas nazis. La agente de la Urbana que lo detuvo cerca de su vivienda explicó que “vi a un joven que me hizo señales. Solo llegar, me dijo que él era el autor de los apuñalamientos, de incendiar su piso y que quería contarlo todo”. Uno de los mossos que le tomó declaración dijo que “nos confesó que quería causar el mayor daño posible, con un relato coherente y plenamente consciente”. Hoy declararán las víctimas.

Las acusaciones ven su silencio una “mera estrategia” La negativa a declarar de Alejandro Ruiz tuvo lecturas diametralmente opuestas por parte del abogado de la defensa, Jon Zabala, y dos de los letrados de las acusaciones, Enric Rubio y Xavier Prats. Estos últimos aseguraron que el silencio del joven solo respondía a una “mera estrategia judicial. Para su letrado, “ha declinado declarar porque no estaba tranquilo y sí muy estresado. Hay que recordar que sufre un trastorno paranoide de la personalidad y hacía mucho tiempo que no salía a la calle”. En cambio, Enric Rubio consideró que “estamos delante de un joven que cursaba estudios universitarios de Medicina”. Sobre su estado mental, recordó que “la misma mañana de los hechos salió a comprar gasolina para prenderle fuego a su vivienda y pegamento para el machete, cómo el mismo confesó”. A su vez, Xavier Prats reiteró que “ha hecho una ficción, un teatro para demostrar que está alienado mentalmente”.