ESNOTICIA
Un ataque que desencadenó el pánico
Los apuñalamientos, entre Ronda y el Parc de les Vies, se produjeron en solo 10 minutos || Policías trabajaron voluntariamente para encontrarle y muchos padres no llevaron a sus hijos al colegio
La detención de Alejandro Ruiz Vidal sobre las 20.00 horas del martes 23 de septiembre de 2014 supuso un alivio para los leridanos. Los apuñalamientos, que se habían producido 27 horas antes y en un lapos de solo 10 minutos, causaron pánico y una enorme alarma entre la ciudadanía ante el temor de un posible nuevo ataque porque el agresor andaba suelto. Muchos mossos y policías acudieron a trabajar voluntariamente tras conocer la noticia en una noche en la que parecía que se hubiera decretado un toque de queda. Decenas de padres leridanos optaron por la mañana por no llevar a sus hijos al colegio o al instituto víctimas del miedo. Y la mayoría de los alumnos que sí acudieron, lo hicieron acompañados de sus progenitores.
Los ataques se produjeron minutos después de las cinco de la tarde, “una hora en la que había mucha gente por la calle, ya que es la de la salida de los colegios”, como recordó ayer uno de los mossos ante la Audiencia Provincial. Su periplo empezó en el Passeig de Ronda, a la altura de Rovira Roure y a escasos metros de su casa, y terminó en el Parc de les Vies. En este recorrido, Ruiz apuñaló a una mujer de origen argelino que iba acompañada por su hijo de seis años y a cuatro hombres: un español, un ciudadano chino, un joven peruano y un hombre paquistaní. El primer ataque ocurrió delante de una farmacia en Ronda. Las otras víctimas fueron apuñaladas en Príncep de Viana, la plaza del Treball y el Parc de Les Vies. El último de los ataques fue al ciudadano pakistaní, al que dejó clavado un cuchillo en la espalda. Fue el herido de mayor gravedad, ya que le causó una discapacidad del 49% al afectarle a la médula. Está previsto que todos ellos declaren hoy ante el tribunal, aunque en sus comparecencias en fase de instrucción ya aseguraron que no creen que fueran apuñalados al azar, sino por ser de origen inmigrante y que el joven les atacó de manera sorpresiva y sin mediar palabra.
Las víctimas han asegurado que creen que fueron atacadas por su origen inmigrante
El Ministerio Público reclama que indemnice a las víctimas con 213.000 euros mientras, que las acusaciones elevan la petición a más de medio millón de euros, la mayoría (más de 400.000) para el hombre paquistaní que tiene las secuelas más graves.
Pasó la noche escondido en la Mitjana y llegó hasta Balaguer Agentes de Mossos relataron ayer en la vista que “nos explicó que al quedar el cuchillo clavado en una víctima, huyó y que pasó la noche escondido en la Mitjana. Al amanecer se puso a caminar y llegó a Balaguer”. La agente de la Urbana que lo arrestó afirmó ayer que “hasta me dijo que había comido un bocadillo y bebido un Aquarius en un bar de Algerri”. Llevaba más de 1.000 euros encima. El jefe de investigación afirmó que “Alejandro dijo que se había llevado el dinero para que no se quemara”. Finalmente, el joven de Logroño cogió un taxi para regresar hasta Rovira Roure. Antes de entregarse, subió al piso, se cambió la camiseta (de estilo marinero y con restos de sangre) que posteriormente tiró a un contenedor. El mismo detalló dónde la había depositado, pudiendo ser recuperada. “Me dijo: porque he querido venir, porque si no, no me pilláis”, afirmó un urbano.