TRIBUNALES JUICIO
Los forenses dicen que el apuñalador neonazi está cuerdo y rechazan que tuviera un delirio
Coinciden con los psicólogos de Justicia en que Alejandro Ruiz sabía lo que hacía cuando agredió a cinco personas en plena calle || La defensa, en cambio, afirma que no era consciente de sus actos
La Audiencia de Lleida acogió ayer la tercera jornada del juicio contra el joven neonazi que sembró el pánico en las calles de Lleida en septiembre de 2014 apuñalando a cinco personas. La sesión estuvo marcada por los informes de los forenses que le atendieron tras su arresto, que descartan que el acusado, Alejandro Ruiz, sufra ningún tipo de trastorno delirante o psicótico. En su declaración, dos peritos forenses rechazaron cualquier síntoma de trastorno delirante o brote psicótico en el momento de los hechos ya que el acusado, en el momento de su arresto, no presentaba ningún síntoma de persecución o alteración del lenguaje. Además, afirmaron que el joven explicaba con detalle lo que había hecho y que un brote psicótico no desaparece en 24 horas. Asimismo, dijeron que el tratamiento al que está sometido en la actualidad le ayuda a reducir la agresividad después de las peleas que ha protagonizao en prisión y que solo tres meses después de los apuñalamientos el acusado ya había readaptado su vida, al asumir que no podría acabar Medicina (cursaba el cuarto curso) y que tenía pensado iniciar la carrera de Derecho a distancia.
Los forenses atribuyen a Alejandro Ruiz, que se enfrenta a una petición de hasta 86 años de cárcel, un trastorno de la personalidad, lo que calificaron como una manera de ser y no como una enfermedad mental. “Él sabía lo que hacía”, señalaron. Una afirmación que basaron en que huyó porque sabía que lo que había hecho tendría consecuencias. Los forenses solo pudieron visitar al apuñalador una vez, ya que cuando acudieron para una segunda entrevista el joven se negó a colaborar. En este sentido, señalaron que el acusado mantuvo una actitud arrogante, de superioridad y de frialdad afectiva. En la misma línea, los dos psicólogos del Equip d’Assesorament Tècnic i Atenció a la Víctima, del departamento de Justicia, también descartaron que el acusado tuviera un brote psicótico y explicaron que recordaba los apuñalamientos con “placer”, y los psiquiatras del Santa María señalaron que vieron “algo extraño” en él, por lo que recomendaron una exploración más profunda.
Forenses y psicólogos dicen que el apuñalador había readaptado su vida 3 meses después de los hechos
Por su parte, los psiquiatras aportados por la defensa señalaron que el acusado no era consciente de sus actos. Según estos peritos, Ruiz apuñaló a las 5 víctimas en un delirio persecutorio, ya que creía que le querían hacer daño, y no por ser inmigrantes.
Pintadas y libros en su casa a favor de la supremacía blanca y Hitler “Los ataques tuvieron una motización racista y xenófoba”. Así de contundente se mostró ayer durante el juicio el experto de los Mossos d’Esquadra encargado de analizar la ideología del acusado. La conclusión se basa en que Alejandro Ruiz había sido miembro activo de la organización neonazi Nueva Época de Logroño y por las pintadas y el material hallado en su piso tras los ataques de Lleida. Se hallaron tres libros de extrema derecha, como un discurso del ministro nazi Joseph Goebbels. En las pintadas, había multitud de símbolos que exaltaban a Hitler y al Ku Kux Klan. Una xenofobía que, según el experto, también se demuestra en que el 80% de las víctimas eran extranjeras. Por su parte, los forenses señalaron que en dos de las cinco víctimas hubo riesgo vital tras ser apuñaladas y una de ellas, el ciudadano de origen pakistaní, necesitará asistencia de por vida. Hoy las partes presentarán sus conclusiones.