TRIBUNALES
Fiscalía ve probado el racismo del apuñalador neonazi y exige que se le condene a 81 años
Considera que era consciente de lo que hacía y que preparó los ataques || “Quiero pedir perdón a las víctimas, a sus familias y a la mía por todo el daño que causé”, dice el acusado en su alegato final
Los hechos serán juzgados en la Audiencia de Lleida.
El juicio contra Alejandro Ruiz Vidal, el autor confeso de los cinco apuñalamientos que tuvieron lugar en plena calle el 22 de septiembre del año 2014 en la ciudad de Lleida, quedó ayer al mediodía visto para sentencia después de cuatro sesiones. Una vista oral que finalizó con el último turno de palabra para el acusado que, contrastando con su actitud del lunes en la que se negó a contestar a cualquier pregunta, aseguró que
“quiero pedir perdón a las víctimas, a sus familias y a la mía por todo el daño que causé. Me arrepiento de todo, no fue voluntario y lo hice porque no me pude controlar”. Ahora, la Audiencia Provincial deberá determinar principalmente si, como mantienen Fiscalía y las acusaciones particulares, era plenamente consciente de sus actos y atacó seleccionando a sus víctimas por su origen extranjero (cuatro de las cinco lo tienen) o si, como pretende la defensa, sufrió un brote delirante y los ataques fueron aleatorios.
Fiscal y acusaciones recuerdan que Alejandro Ruiz aseguró que aquella tarde “salió a matar”
El Ministerio Público mantuvo ayer para el acusado la petición de 81 años de cárcel por cinco tentativas de asesinato con los agravantes de reincidencia (fue condenado en 2015 por una agresión similar en Logroño en 2012), racismo y xenofobia; un delito de lesiones agravadas y uno de daños. La fiscal mantuvo que “el acusado era plenamente consciente de sus actos y planificó el ataque”. También aseguró que hubo una “motivación racista y xenófoba por su adoctrinamiento de extrema derecha” y que los atacó con “alevosía porque, como él mismo dijo, salió con la intención de matar”. Respecto a su estado mental, reiteró que un trastorno antisocial no puede ser considerado como una enfermedad mental. En términos similares depusieron las acusaciones. En cambio, el abogado de la defensa solicitó que Ruiz Vidal sea considerado “inimputable” porque “es un enfermo mental” y los ataques se produjeron “bajo un brote delirante”.
