Los desahucios por impago de hipoteca bajan casi a la mitad y por el alquiler, un 7%

El número desahucios por ejecuciones hipotecarias practicados el año pasado en Lleida bajó casi a la mitad respecto al de 2015. Según datos del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) hechos públicos ayer, en 2016 hubo 484 ‘lanzamientos’, término jurídico que se refiere a los desalojos de las fincas embargadas, frente a los 829 del ejercicio anterior. Hay que tener en cuenta que ese año se habían incrementado de manera notable, puesto que en 2014 fueron ‘solo’ 464 y en 2013, 486. En cuanto a los desahucios derivados de la ley de Arrendamientos Urbanos, o lo que es lo mismo, los ejecutados por no pagar el alquiler, el año pasado descendieron ligeramente y se situaron en 443, frente a los 478 de 2015. Así, en el conjunto de la demarcación fueron 989 los ‘lanzamientos’ practicados entre los 484 por impago de hipoteca, los 443 por no pagar el alquiler y 62 casos por otros motivos sin especificar. Esto supone un descenso respecto a los 1.324 de 2015. En 2014 fueron muchos menos, 903, y en 2013, 1.067.

Asimismo, el número de ejecuciones hipotecarias presentadas en los juzgados el año pasado fue más bajo desde el inicio de la crisis. En concreto, 605, menos que las 796 de 2008. De hecho, la cifra de 2016 de procesos de desahucio por impago de hipoteca iniciados en la provincia es la más baja desde 2012. Ese año se presentaron 1.274 ejecuciones hipotecarias, al siguiente bajaron a 1.249, en 2014 fueron 1.023 y en 2015, 822.

Ocho particulares presentaron concursos de acreedores y hubo 605 demandas por despidos

En 2016 también disminuyó el número de concursos de acreedores. En el Juzgado de lo Mercantil se presentaron 29, la cifra menor desde 2007, cuando fueron 12. Al año siguiente subieron a 72 y desde entonces nunca se había bajado de 40 (en 2015). Además, hubo 605 demandas por despidos (571 el ejercicio anterior ) y ocho particulares presentaron concursos.

barcelona/lleida

El mercado del alquiler en Lleida creció durante el año pasado, en el que se firmaron 6.272 contratos en la provincia, un 4,4% más que un año antes, según el informe presentado ayer por la consellera de Gobernación, Meritxell Borràs, a partir de las fianzas depositadas en el Incasòl. El aumento fue mucho mayor que la media catalana (+0,7%), aunque con los precios sucedió justamente lo contrario. Un arrendamiento medio en la provincia cuesta 356,59 € al mes, un 1,7% más que un año antes, mientras que en el conjunto de Catalunya el aumento fue del 6,8%, motivado principalmente por la gran inflación en la ciudad de Barcelona, cifrada por la Generalitat en un 9%.

El precio del alquiler en Lleida es el más bajo de las cuatro demarcaciones catalanas, seguido del de Tarragona (412,07 € al mes), Girona (454,49 € al mes) y Barcelona, que está muy por encima con 655,29 euros mensuales. En la capital el precio medio es de 801,28 euros al mes, mientras que la media catalana es de 595,66 € al mes (serían 509,38 si no se cuenta Barcelona).

Borràs destacó que los alquileres “suben de forma importante, pero menos de lo que han anunciado algunos portales de internet”, que en el caso de Barcelona habían llegado a cifrarlo por encima del 26%. La Generalitat impulsará un “índice de referencia” de los precios para fomentar el alquiler. “Esto no quiere decir regular el mercado, sino dar incentivos e información a propietarios e inquilinos, teniendo en cuenta que la vivienda es el gasto más importante para muchas familias”, sentenció Borràs. También prepara una ley catalana del alquiler.

Por otra parte, Fomento informó ayer de que el Consejo de Ministros aprobará el próximo viernes dedicar 321,61 millones de euros para ayudas a la vivienda, destinadas a impulsar el alquiler y la rehabilitación.