El edificio de los sindicatos, inservible

El sindicato UGT quiere dejar el edificio AISS de la avenida Catalunya por su mal estado. De este modo, seguiría los pasos de CCOO que ya abandonó su sede en este histórico inmueble hace meses y se estableció en las antiguas dependencias del Colegio de Aparejadores, en la calle Enric Granados. “No podemos seguir aquí”, afirmó el secretario general de UGT en Lleida, José Luis Aguilà, y explicó que ya han comunicado su decisión al ministerio de Trabajo, organismo que se encarga de administrar el patrimonio sindical (el inmueble es propieda del Estado y los sindicatos ostentan su usufructo). Precisó que no han fijado fecha para su marcha y destacó la dificultad de encontrar un local en condiciones y con un alquiler asequible, pero subrayó la necesidad de dejar el edificio “por seguridad”. Aguilà asegura que en una reciente reunión en el ministerio les anunciaron la intención de “sacar el edificio a subasta, por lo que nos tendrán que reubicar”. El sindicato también se reunió con la Generalitat, “que tiene un 18% de coeficiente” de la propiedad.

El edificio de los sindicatos, conocido como “Ducados” porque su silueta y color recuerdan a un paquete de tabaco de esta marca, data de 1970 y desde hace años ha quedado obsoleto. UGT denuncia que acumula numerosos problemas en sus dependencias por falta de mantenimiento y recuerda que en 2012 se desprendieron de la fachada “dos losas de treinta kilos”, que cayeron a la calle. Remarca que los ascensores no funcionan bien y añade que en el sótano hay una subestación eléctrica “y si se prende fuego, arderá todo como una chimenea”. Asimismo, la sala de actos del sindicato tiene agujeros en el techo y el mural que la adorna se case a pedazos, entre otros desperfectos.

La Paeria selló en 2009 un acuerdo para la permuta de este edificio con un solar en Copa d’Or donde debía construirse la nueva sede de los sindicatos, pero el proyecto quedó en nada por la crisis. Mientras, “el Estado ha construido nuevos edificios como el del INSS, que está infrautilizado, y en este no ha invertido nada”, destaca Aguilà.