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HOMOFOBIA DISCRIMINACIÓN

Hospitalizados dos jóvenes el año pasado en Lleida por agresiones homófobas

Uno era menor de edad y los Mossos recibieron al menos cinco denuncias en Ponent

Imagen del exterior del hospital Arnau de Vilanova de Lleida.

Imagen del exterior del hospital Arnau de Vilanova de Lleida.

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La agresión sufrida por una pareja homosexual en Berga ha vuelto a poner sobre la mesa que la homofobia sigue presente en la sociedad. También en Ponent, donde en 2016 dos jóvenes leridanos, uno menor de edad, acabaron en el hospital después de ser víctimas de sendas agresiones homófobas y donde los Mossos recibieron al menos 5 denuncias.

Dos jóvenes de las comarcas leridanas acabaron el pasado año ingresados en el hospital con heridas de diversa consideración después de ser víctimas supuestamente de sendas agresiones de carácter homófobo. Según apuntaron a este diario fuentes conocedoras de ambos casos, en uno de ellos la víctima era un menor de edad heterosexual, pero que habría sido confundido por una pandilla de cuatro personas que, al pensar que era de otra condición sexual, le propinaron varios golpes y patadas, lo que provocó que tuviera que ser trasladado a un centro hospitalario. En la segunda de las agresiones se vio implicada una pareja homosexual, aunque solo uno de ellos tuvo que ser ingresado por los golpes recibidos. Según explicaron esas mismas fuentes, estas no serían las únicas situaciones homófobas vividas en la provincia de Lleida a lo largo del pasado año, pero sí las más graves conocidas, y fueron derivadas a los juzgados leridanos. Y es que cuando las víctimas de la homofobia sufren agresiones de carácter físico, estas suelen tener importantes consecuencias porque los agresores, generalmente grupos de personas, se ensañan con su objetivo.

Para evitar que queden impunes, los expertos animan a las víctimas a denunciar estas situaciones ante los Mossos, la Generalitat o las asociaciones. Así, el pasado año la policía autonómica recibió cinco denuncias en las comarcas del llano de Ponent, mientras que en 2015 no se había registrado ninguna. En el conjunto de Catalunya, el departamento de Trabajo y Asuntos Sociales contabilizó hasta 53. Hablan de insultos, faltas de respeto o agresiones físicas y en ámbitos tan dispares como las escuelas, el trabajo o la calle. “La homofobia no está superada, nada más lejos de la realidad. De hecho, las discriminaciones que ven la luz son solo la punta del iceberg del problema”, asegura Ruben Gavilá, miembro de la junta directiva de Colors de Ponent. Además, la entidad asegura que Lleida es, proporcionalmente, la provincia catalana con más agresiones denunciadas, según pondrá de manifiesto el próximo balance del Observatorio contra la Homofobia de Catalunya.

El juez deja libre al detenido por la paliza de Berga “Maricón de mierda”, fue lo primero que Àlex Bometón, un joven de Lleida de 24 años, escuchó la pasada semana cuando llegó a Almenar para hacer una sustitución en el colegio como profesor de música. “Pensé que no iba conmigo porque tampoco pude ver quién lo decía, así que me fui a clase”, recuerda. Pero eso fue solo el preludio de la situación de discriminación que viviría poco después, la primera que le ha tocado como protagonista directo. “Al mediodía, al salir del centro, escuché cómo un padre le decía a su hija: ¿ahora tenéis también a maricones como profesores? La niña le contestó que era el profesor de música y el padre le dijo: menos mal que no haces esa asignatura”, recuerda Àlex. El comentario, sin duda alguna, le resultó de lo más desagradable, pero todavía fue peor que nadie de los que estaban allí se lo recriminase al autor. “¿De verdad estamos con estas cosas a estas alturas del siglo XXI?”, pensó entonces. Àlex comunicó lo ocurrido a la asociación Colors de Ponent y a sus compañeros profesores del colegio. “Hemos pensado en llevar a cabo alguna acción con los alumnos para evitar que pasen cosas como esta”, explica este joven, que ve más productiva esta acción que no denunciar a una persona concreta. “No entiendo ningún tipo de pelea y todavía menos si el motivo es que dos personas del mismo sexo se dan un beso. Es increíble lo que ha pasado en Berga. Por eso hay que concienciar a la sociedad”, reclamó.

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