Los jóvenes leridanos consideran las peleas como el principal riesgo a la hora de salir de fiesta

Lleida es la población catalana que cuenta con más locales de ocio nocturno con el distintivo de calidad que otorga a la Generalitat de Catalunya y que supone también la adhesión a programa Nits Q. Un total de 9 espacios de música y baile de la ciudad han recibido este reconocimiento, añadiéndose a los 8 que ya lo tenían. El teniente de alcalde y concejal de las Políticas para los Derechos de las Personas, Xavier Rodamilans, y el subdirector general de drogodependencias del Departamento de Salud de la Generalitat, Joan Colom, han entregado las distinciones este miércoles y han presentado los resultados del 'Estudio sobre el ocio nocturno en Lleida', realizado en el marco de este programa que tiene como objetivo generar un espacio de diálogo participativo entre los agentes implicados en el ocio nocturno de la ciudad

Según el estudio, casi un 40% de las personas encuestadas afirman conocer las acciones llevadas a cabo a través del programa y un 85% de estas creen|cruzan que el metodología utilizada con jóvenes voluntarios promotores de salud y con acciones directos en la calle y en fiestas, son muy o bastante útiles. La satisfacción con la atención recibida es altamente positiva, con una valoración muy positiva con la calidad, un 84%; un 83% en la credibilidad de la información recibida y que en un 65% ha generado una influencia positiva en sus hábitos.

El Kit de los placeres, con información sobre temas de salud y prevención de riesgos, ha sido utilizado por un 34% de las personas con las cuales se ha contactado.

El informe también describe que los vecinos de Lleida a la hora de salir de fiesta prefieren las fiestas mayores y fiestas privadas (fiestas universitarias, fiestas de grupo, etc.), mayoritariamente por parte de las personas de menos de 25 años. La afluencia a pubs y discotecas se mantiene en segundo lugar.

Más del 80% afirma que los servicio si/o recursos dentro de los espacios de ocio son de bastante o mucha utilidad. Los mejor valorados son la máquina de preservativos, la venta de alimentos y la información sobre el transporte público.

El vehículo privado sigue siendo la forma más habitual de desplazarse, con un 71%, y hay mucha gente que va a pie, casi un 35%. Las mujeres son quienes tienen más tendencia a coger el taxi (29%) y las personas de menos de 25 que las vayan a recoger. El estudio concluye que se tiene que incidir en el uso del transporte público y el conductor alternativo, dado que todavía hay gente que manifiesta haber subido a un coche donde el conductor había bebido o tomado drogas.

Un 62% de las personas encuestadas hacen uso siempre del preservativo y se demuestra que son mucho más accesibles para los jóvenes cuando salen de fiesta. De la misma manera, se tiene que reforzar la información sobre el hecho de mantener unas relaciones afectivas y sexuales más seguras, según el informe.

En relación al consumo de sustancias, no se observan grandes diferencias en las frecuencias de consumo por sexo ni por grupo de edad. El alcohol (80%), el tabaco (59%) y el cannabis (28%) siguen siendo las sustancias más consumidas por la gente que sale de fiesta. El resto de sustancias, como la cocaína y MDMA, presentan frecuencias de consumo bastante bajas (entre un 7 y 8%). Noches Q intensificará este 2017 este línea de trabajo.

Las principales situaciones de riesgo en el ocio nocturno que mencionan los jóvenes son las peleas y /o violencia y actuaciones con personal de seguridad, sobre todo manifestadas con menores de 25 años.

El 27% de las personas encuestadas ponen en tercer lugar el exceso de ruido como situación de riesgo.

También, se ha incorporado en este bloque de preguntas la cuestión sobre haber vivido situaciones de acoso, agresiones y/o abusos sexuales dentro del grupo de amistades. Un tercio de jóvenes responden que en su grupo de amigos/gues ha habido chicas víctimas de acoso sexuales por parte de chicos en alguna ocasión. Uno de cada 10 manifiesta que en el grupo han habido casos de chicas víctimas de abuso o agresión sexual por parte de chicos. No obstante, los datos se atribuyen a que socialmente se está reconociendo más esta situación y no para que la realidad tienda al alza.