Condenado a 33 años el apuñalador, que se libra de 48 por su trastorno

La Audiencia de Lleida ha condenado a 33 años de internamiento en un penal psiquiátrico al apuñalador neonazi por 5 intentos de asesinato y un delito de incendio. El tribunal le rebaja drásticamente la pena (Fiscalía pedía 81 años de cárcel) y dice que sólo deberá cumplir dos décadas al estimar como semi-eximente el delirio paranoide que padece.

La Audiencia de Lleida ha condenado a 33 años de internamiento en un penal psiquiátrico por cinco delitos de asesinato en grado de tentativa y uno de incendio a Alejandro Ruiz Vidal, más conocido como el apuñalador neonazi, que se libra de esta forma de 48 años de reclusión (la Fiscalía pedía 81) al considerar el tribunal la eximiente incompleta de enajenación mental. Concretamente, le impone seis años por cada ataque y tres por incendio. La sentencia insta a que el joven, de 23 años y que cursaba tercer curso de Medicina en el momento de los hechos, sea internado en un centro adecuado para ser tratado de su patología (fuentes judiciales dijeron ayer que cabe pensar que en un penal psiquiátrico) durante no más de 20 años. El único penal psquiátrico de Catalunya está en Terrassa. Ruiz está preso ahora en Zaragoza, por lo que podría ingresar en el centro de estas características de Picassent (Valencia). La Audiencia rechaza la voluntad de la tesis de que el joven de Logroño sea inimputable, aunque sí admite que tenía sus voluntades notablemente limitadas por un trastorno delirante.

El fallo da por probado que el 22 de septiembre de 2014, movido por un “ánimo homicida”, salió de su piso de la avenida Rovira Roure de Lleida y durante 15 minutos atacó a cinco personas, cuatro de ellas de origen extranjero. La sentencia señala que en tres de los casos había riesgo vital de no haber recibido asistencia médica, y dice que no hay duda de que el objetivo era hacer daño por el uso de un cuchillo y por apuñalar a las víctimas en zonas vitales.

La Audiencia fija una indemnización de 292.000 euros para las cinco víctimas del neonazi

En cuanto a la salud mental del acusado, constata la “disparidad de criterios” de los informes. Los forenses aseguraron durante el juicio que Ruiz sabía lo que hacía, y también los psicólogos de la Generalitat, pero médicos que le atendieron en Urgencias al día siguiente de los ataques no descartaron un brote psicótico. La sentencia otorga mayor peso al informe de los peritos de la defensa al verlo más completo y concluye que el joven estaba afectado por un trastorno delirante. También aplica la atenuante de confesión ya que él mismo se entregó a la Policía.

Las víctimas se plantean presentar recurso ante el Tribunal Supremo Una vez conocida la sentencia, las víctimas del apuñalador neonazi se plantean presentar recurso ante el Tribunal Supremo al considerar injusto que se le aplique la eximiente incompleta de enajenación mental. En este sentido, el abogado Enric Rubio, que representa a dos de las víctimas, aseguró que no comparte que el acusado tuviera sus capacidades volitivas afectadas, ya que era consciente de lo que hacía. En este sentido, consideró que la sentencia debería haber sido más dura, aunque celebró que se reconozca su tesis de tentativa de asesinato, ya que las víctimas no pudieron defenderse, y que se aplique la agravante de racismo.