Piden reabrir al tráfico Ricard Viñes desde Bisbe Ruano

Comerciantes y vecinos de la calle Bisbe Ruano, un tramo de la cual es peatonal desde la remodelación de la plaza Ricard Viñes, piden cambios por los inconvenientes que genera desde un punto de vista de movilidad y de conexión con otras zonas de la ciudad. Por ello, están preparando acciones para plantear a la Paeria que vuelva a reabrir al tráfico Bisbe Ruano hasta la rotonda de Ricard Viñes, después de comprobar que hay un mayoritario consenso entre los residentes y propietarios de negocios de la zona. “Ya no pasan ni buses ni taxis, para la gente mayor es incómodo. Antes, Bisbe Ruano era una arteria principal de la zona para residentes y foráneos que visitaban Lleida y ahora el tramo está muerto. Prueba de ello es que muchos negocios de la plaza Ricard Viñes han cambiado de dueños en los últimos años”, explica una vecina.

Varios afectados se reunieron recientemente y prevén empezar en breve una recogida de firmas para aunar fuerzas a favor de reabrir la calle al tráfico. “Para recorrer en coche lo que serían 50 metros en línea recta debo hacer una vuelta de más de un kilómetro”, apunta otro residente. Con el objetivo de solventar los problemas de movilidad y devolver “la vida” a este tramo, proponen quitar la estructura voluminosa junto a la rampa de acceso al parking, que ven excesiva, y cambiar el acceso de peatones, ahora de hierro, por uno de cristal para dar más amplitud a la plaza. “Ese tramo de Bisbe Ruano podría convertirse en una zona 30 de velocidad reducida, manteniendo la prioridad para los peatones. Es una lástima la barrera arquitectónica añadida”, señala la dueña de un establecimiento ubicado a escasos metros del área. La asociación de comerciantes de Zona Alta también apoya la iniciativa, a la que se han sumado varios vecinos.

Quejas porque ya no pasan ni buses y porque Bisbe Ruano ha perdido actividad desde que es peatonal

El diseño de la plaza, obra de la arquitecta Benedetta Tagliabue y que ha tenido tanto defensores como detractores, ya ha motivado otras reclamaciones durante estos años, como la incomodidad de los bancos o el césped en forma de laberinto, que fue sustituido por hormigón verde al no enraizar bien. Cabe recordar que el proyecto inicial de reurbanización de la plaza sí que contemplaba conectar Bisbe Ruano con Balmes con un carril semipeatonal por el lateral, pero al final no se hizo.