ENTIDADES
Cierra el centro de atención a mujeres maltratadas
De La Dona Samaritana, que sigue atendiendo a usuarias actuales || Denuncia impagos de la Paeria y la Crida critica la gestión
Imagen de archivo de una protesta contra la violencia machista.
La continuidad de La Dona Samaritana, el único centro de Lleida que atiende a mujeres e hijos en situación de violencia machista y mujeres sin techo, está en el aire después de que sus profesionales dimitieran “por problemas de entendimiento” con la dirección. Actualmente, en el centro hay alojadas 13 mujeres y 9 menores, según detalló su responsable, Ferran Jové, y son asistidos por voluntarios de la entidad, vinculada a la iglesia evangélica Bíblia Oberta. Tanto Jové como la Paeria, administración que deriva usuarias a este centro de alojamiento de urgencia –además de los Consejos Comarcales–, remarcaron este jueves que el centro continuará funcionando hasta que se dé una solución y se reubique a todas las mujeres, caso por caso. Los servicios sociales municipales han comunicado la situación a Mossos d’Esquadra y al Institut Català de les Dones para evitar nuevos ingresos. También han habilitado provisionalmente un espacio en otra entidad para recibir a mujeres víctimas de violencia de género derivadas por los Mossos.
Por su parte, el responsable de La Dona Samaritana subrayó que la Paeria paga con mucho retraso los servicios que prestan y que, hasta hace unos días, la deuda era “de muchos miles de euros. Pagaron parte de 2016 hace poco, pero de 2017 no hemos cobrado nada”, aseguró, mientras remarcaba que la suya es una entidad sin ánimo de lucro. Asimismo, apuntó que cuando no quede ninguna mujer en el centro, la junta directiva decidirá “si cerramos, continuamos u ofrecemos algún otro servicio social”. Fuentes próximas a la entidad indicaron que los trabajadores se habrían ofrecido, sin éxito, a mantener el servicio profesionalizado hasta la reubicación de todas las usuarias.
El grupo de la Crida, que hizo público este jueves el caso, criticó que la Paeria “se niegue reiteradamente” a disponer de un servicio propio para víctimas de la violencia machista y prefiera externalizarlo a una entidad religiosa, sin ninguna licitación pública, y que en su opinión no cumplen los mínimos exigidos. “Demuestra el fracaso del modelo de servicios sociales y pedimos responsabilidades”, señala.
El Comú también pidió un modelo de gestión pública y exigió explicaciones al equipo de gobierno sobre este asunto.
