Un cirujano estético indemnizará a una mujer en Lleida por secuelas en la cara
Acepta el pago de 19.400 euros a la afectada y evita ser juzgado
Los hechos serán juzgados en la Audiencia de Lleida.
El cirujano estético Ignacio Fernández Sanza indemnizará con 19.400 euros a la mujer que le denunció por las secuelas que sufrió después de someterse a un retoque estético. El facultativo evitó ser juzgado ayer en el juzgado de lo Penal 3 de Lleida después de que acusación y defensa llegaran a un acuerdo, según informaron fuentes judiciales.
La acusación particular solicitaba inicialmente una condena de seis meses de cárcel por un delito de lesiones por imprudencia y dos años de inhabilitación. Fiscalía no acusaba. El juzgado de Instrucción 1 imputó al cirujano tras recibir la denuncia. Los hechos ocurrieron en mayo de 2011, cuando la víctima acudió a una clínica de Lleida para someterse a una infiltración de Botox en el entrecejo. Sin embargo, según la versión de la mujer, el cirujano también le infiltró en los pómulos otra sustancia, denominada Macrolane, que está contraindicada en los tratamientos estéticos faciales. Tras ello, la cara se le inflamó y tuvo que retirársele el producto, obligándola a seguir un tatamiento y controles periódicos por las secuelas que sufrió, que tardaron unos 500 días en curar.
Precisamente, la Fiscalía pide dos años de cárcel y otros tantos de inhabilitación para este cirujano y un compañero suyo acusados de un delito de lesiones por imprudencia profesional por una operación de cirugía estética que dejó en coma a una leridana durante 20 días y que la obligó a estar dos meses en la UCI, causándole secuelas. El Ministerio Público considera probado que ambos cometieron una negligencia durante el preoperatorio, la operación y el postoperatorio. La acusación particular pide dos años y tres meses de cárcel y tres años de inhabilitación.
