Admitida a trámite la demanda de una pareja que asegura ser dueña de la plaza Balàfia

El magistrado del juzgado de primera instancia número 6 de Lleida ha admitido a trámite la demanda que una pareja de avanzada edad ha presentado contra la Paeria por la propiedad de la plaza Balàfia, situada en la parte vieja de este barrio. La letrada de la pareja, Pilar Lucena, explicó a este diario que la demanda argumenta que la Paeria se apropió de la titularidad de los terrenos en 2007 sin haberlos expropiado ni haber dado ninguna compensación a sus representados. En este sentido, aseguró que estos adquirieron la finca en 1990 y que en el año 2007 el ayuntamiento la incluyó de forma unilateral en el inventario de patrimonio municipal. Según explicó, la Paeria materializó este cambio de titularidad a través de un simple cambio de la referencia catastral de la parcela.

“Ellos [la pareja] pagaban cada año el recibo del Impuesto de Bienes Inmuebles, hasta que de golpe y porrazo les dejó de llegar en 2007 a causa de este cambio”, manifestó. La abogada también detalló que la parcela objeto de este litigio incluye toda la plaza, no solo una parte de la misma.

Lucena señaló que hace unos años sus representados reclamaron la propiedad de los terrenos por la vía del recurso contencioso administrativo, pero que el juez acabó sentenciando, sin pronunciarse sobre el fondo del asunto, que este conflicto debía dirimirse por la vía civil, motivo por el que ahora han presentado esta demanda.

Por su parte, una portavoz municipal confirmó que “hay un proceso judicial iniciado” por esta cuestión, pero que la Paeria defiende que la propiedad de esta plaza es municipal y de uso público. En este sentido, afirmó que la titularidad municipal “es consecuencia de la ejecución del planeamiento urbanístico vigente en el momento en que se reordenó la zona”.

La plaza Balàfia, situada en el centro de la parte antigua de este barrio y muy cerca del colegio del mismo nombre, permaneció sin urbanizar hasta hace tres años. El solar tenía varios desniveles, era utilizado parcialmente como aparcamiento y se llenaba de baches y de barro cada vez que llovía. Precisamente, su urbanización era una de las reivindicaciones históricas de la asociación de vecinos, que llegó a recoger más de medio millar de firmas para exigirla. Finalmente esta actuación se acabó convirtiendo en una realidad en junio de 2014, cuando fue inaugurada la plaza, situada entre las calles Castelló Aleu, Escultor Corselles, Valls d’Andorra y Ciutadella. Las obras costaron unos 300.000 euros.