El plan para sanear la Paeria, sin apoyo de la oposición

Todos los grupos de la oposición se abstuvieron este jueves en la comisión de Economía en la votación del plan de saneamiento de las cuentas municipales hasta 2020, que es imprescindible para que la Generalitat autorice a la Paeria la firma de un crédito de 10,6 millones para sufragar pagos de la Empresa Municipal de Urbanismo (EMU). El ayuntamiento necesita el aval del Govern al superar el endeudamiento el 110% de los ingresos corrientes (en concreto llega al 118%), al incorporar la deuda del parque científico de Gardeny.

El plan de saneamiento, que se volverá a votar en el pleno, prevé un incremento de un 1% de los ingresos por impuestos directos, básicamente por el crecimiento vegetativo de la ciudad, y también que los gastos no superen un aumento del 1%. La teniente de alcalde Montse Mínguez negó que la Paeria esté en situación de colapso financiero, como denuncia ERC (ver desglose) y aseguró que la Paeria reduce la deuda cada año. Rosa Maria Salmerón (PDeCAT) justificó su abstención por “prudencia” y dijo que, cuando analicen la documentación, su voto estará “entre abstención y en contra”.

Àngeles Ribes (C’s) apuntó que el plan “había que hacerlo sí o sí”, pero cree que “debería ser un algo más prudente en la contención del gasto” y Joan Vilella (PP) consideró que la EMU sigue lastrando a la Paeria. Por otra parte, todos los grupos apoyaron el protocolo contra el acoso al personal municipal excepto la Crida, que se abstuvo al no incorporar una de sus enmiendas.

ERC dice que el consistorio está al borde del colapso El presidente del grupo municipal d’ERC-Avancem, Carles Vega, considera que la situación económica de la Paeria la sitúa al borde del “colapso financiero” y critica la “pasividad” del gobierno municipal. “Pese a estar avisados desde hace más de un año por el departamento de Economía, no ha hecho nada y presenta un plan de saneamiento de cuatro años sin documentación para justificarlo ni propuestas reales para reducir la deuda”, señala, y alerta de que este plan pone el peligro nuevas inversiones. “El alcalde está hipotecando este mandato y el siguiente por hacer una política de patada adelante, pasividad y vender humo”, señala. Además, advierte de que, si no se corrige la situación, “la actual tutela financiera de la Generalitat puede acabar convirtiéndose en una intervención por parte del Estado”.