MEDIO AMBIENTE
Quejas en Pardinyes y Cappont por la plaga de mosquitos junto al río
A última hora de la tarde se hace casi imposible pasear o sentarse en una terraza en esta zona || En l’Horta también proliferan y es habitual el uso de repelentes
Vecinos de Cappont poniéndose repelente de mosquitos en una terraza situada en la plaza Blas Infante.
La llegada del buen tiempo ha venido acompañada de la proliferación de mosquitos en el entorno del río Segre, que está ocasionando molestias por picaduras y quejas en las zonas más próximas, como Pardinyes, Cappont y varias partidas de l’Horta. “Son bastante grandes, queremos avisar a Medio Ambiente para dejar constancia, aunque el año pasado nos dijeron que no era posible fumigar. Entonces también hubo quejas pero estaban concentradas en la zona del campo de fútbol y la avenida Pearson, pero este año llegan más al interior del barrio”, afirmó Rafa Fernández, presidente de la asociación de vecinos de Pardinyes.
En Cappont, el problema se deja notar en especial en la plaza Blas Infante, donde los responsables de una terraza explicaron que los clientes tuvieron que marcharse el miércoles pasadas las ocho de la tarde porque los mosquitos hacían imposible permanecer allí. “Cada año cuando llega esta época tenemos muchos mosquitos, se hace complicado salir por la tarde a tomar algo. Ahora es el comienzo y suponemos que irá a más”, apuntó la presidenta de la asociación de vecinos de Cappont, Veni Ros, que también ha recibido quejas al respecto.
Añadió que mucha gente opta por ponerse repelentes, en especial los que pasean por el parque de la canalización, para evitar picaduras. “Siempre tenemos mosquitos, tanto a primera hora de la mañana hasta que no aprieta el sol y a última hora. Los que estamos cerca del río ya lo tenemos asumido. Es una molestia y cada uno se espabila como puede, tapándose o poniéndose repelente”, corroboró Salvador Solsona, presidente de la asociación de Butsènit y de la comisión de l’Horta de la FAV.
El profesor de la UdL Antoni Palau, especializado en el estudio de los ríos, apuntó la posibilidad de que las pequeñas crecidas que hubo en el Segre hace dos o tres semanas, que desbordan el cauce, provocasen charcos en los laterales del río, lo que, junto con el calor de los últimos días, hace que las larvas puedan eclosionar de forma súbita y proliferen los mosquitos.
El escaso caudal del río tampoco ayuda a evitar su presencia, aunque “no se puede fijar una relación de causalidad” por este hecho ni por la presencia de algas, apuntó.
