Fronteras sanitarias

Mientras tanto, la conselleria de Salud recomienda a los pacientes adquirir con antelación los medicamentos que necesite durante el periodo que prevé estar fuera. También hay otra alternativa: pedir al propio ambulatorio la receta en papel, cuyo formato sí tiene validez en toda España. En este caso, los farmacéuticos pueden aplicar el copago correspondiente (que varía en cada territorio). “Es incoherente que en plena era de los avances tecnológicos la receta electrónica haya añadido barreras a la dispensación de medicamentos. Sobre todo lo sufren las farmacias ubicadas en zonas turísticas, como poblaciones del Pirineo o núcleos costeros que reciben la afluencia de muchos viajeros”, manifiesta Josep Aiguabella, presidente del Colegio de Farmacéuticos de Lleida. Otros profesionales consultados aseguran que tienen más problemas que hace treinta años para dispensar medicamentos debido a “continuos fallos” en el sistema informático.

Según ha podido saber este diario, la farmacia Masot Roigé, en La Pineda, realizará una prueba piloto en septiembre para poner a prueba la integración del sistema informático catalán con el resto de España. Según fuentes de la Generalitat, la previsión es que el sistema esté implementado a principios de 2018.

Los farmacéuticos señalan que son habituales los fallos informáticos y confían en que se resuelvan

Las comunidades que ya han hecho los deberes en materia de interoperabilidad de la receta electrónica son Canarias, Extremadura, Comunidad Valenciana, Galicia, Navarra, La Rioja y, desde el mes de pasado, Aragón, según datos facilitados por el ministerio de Sanidad.

Más allá de estos obstáculos a la hora de adquirir un medicamento en otra comunidad autónoma, que parece tener los meses contados, cabe destacar que la asistencia sanitaria está garantizada en cualquier centro de la red sanitaria pública del territorio español presentando la tarjeta sanitaria individual. El usuario desplazado debe estar dado de alta en el Sistema Nacional de Salud.