INVESTIGACIÓN
El detenido por el asesinato de Acadèmia estuvo en la cárcel por secuestrar a su exmujer
El arrestado, un instalador de fibra óptica con problemas económicos, pasa hoy viernes a disposición judicial || Solía ofrecerse para hacer trabajos en negro a los clientes e investigan el móvil del crimen
Los Mossos precintaron los contenedores cercanos al domicilio de la víctima en busca de pruebas.
El detenido por el crimen de la calle Acadèmia, J. L. R, estuvo en la cárcel cumpliendo condena por secuestrar a su exmujer. Según informaron este jueves fuentes cercanas a la investigación, el hombre, de 42 años e instalador de fibra óptica, fue condenado por encerrar a su expareja e ingresó en la cárcel de Lleida para cumplir la pena.
El acusado, que según las mismas fuentes tenía dificultades económicas, declarará hoy ante el juez por su supuesta vinculación con la muerte de Amparo Soler Betés, la funcionaria de Enseñanza de 61 años que fue hallada muerta en su casa el pasado 17 de febrero.
Al parecer, el detenido acudió la semana del crimen al domicilio de la víctima, situado en el número 12 de la calle Acadèmia, para instalar la red de fibra óptica. Fuentes cercanas a la investigación apuntaron que el sospechoso se ofreció a la mujer para hacer trabajos en negro, como hacía habitualmente cuando entablaba una relación cordial con los clientes.
De hecho, los Mossos corroboraron que en las horas en las que se produjo el asesinato el acusado estuvo en aquella zona de la calle Acadèmia gracias a las grabaciones de las cámaras de seguridad y la geolocalización de su móvil. Además, su número figuraba en el registro de llamadas del teléfono de la víctima.
La víctima, funcionaria de Enseñanza, era aficionada al arte y se dedicaba a la compraventa de obras
Los investigadores descartan que el móvil del crimen sea sexual y se centran en la hipótesis de que pueda ser económico o que el asesino actuara impulsado por un arrebato. Fuentes cercanas a la víctima apuntaron que la mujer era una gran aficionada al arte y se dedicaba a la compraventa de obras. La policía no ha encontrado indicios de robo en el domicilio de Amparo Soler pero ha precintado el trastero de la vivienda del acusado, situada en la calle Juli Cèsar de la capital del Segrià, a menos de un kilómetro del lugar del crimen.
Los Mossos también barajan la hipótesis de que el asesino actuara por un arrebato originado en una discusión ante unas malas palabras de la víctima. En estos momentos los investigadores están a la espera de cotejar huellas.
El acusado fue investigado desde un primer momento por este crimen y negó cualquier relación con la víctima, más allá de la estrictamente laboral.
Las claves
- Ante el juez. El detenido, J. L. R, pasa hoy a disposición judicial por su supuesta vinculación con el crimen de la calle Acadèmia que costó la vida a Amparo Soler Betés, de 61 años.
- Móvil. Los investigadores no descartan un móvil económico, puesto que el detenido tenía problemas de liquidez, o que actuara impulsado por un arrebato en una discusión.
- Trabajos en negro. El detenido se había ofrecido a la víctima para hacer trabajos en negro, como hacía a menudo con los clientes.
Precintan el trastero del sospechoso para ver si hubo robo Los Mossos d’Esquadra sospecharon desde el inicio de la investigación que la víctima y el asesino se conocían porque la puerta de la vivienda, situada en la tercera planta del número 12 de la calle Acadèmia, no estaba forzada. Por ello sospecharon que fue la víctima la que abrió la puerta al autor del crimen. La policía no ha encontrado indicios de robo en el domicilio de Amparo Soler Betés, gran aficionada al arte, aunque ha precintado el trastero del detenido, situado en la calle Juli Cèsar de Lleida. La mujer vivía sola y trabajaba como administrativa en los servicios territoriales de Enseñanza desde 1977. Amparo Soler, a quienes sus conocidos definían como una mujer discreta, mantenía vínculos con Ballobar, su localidad de origen, donde tenía una casa que quería vender. El día de su muerte, un viernes, Amparo Soler trabajó hasta el mediodía. Por la tarde no acudió a recoger a su madre, ingresada en la residencia Sant Josep, lo que hizo sospechar a los trabajadores del centro. La dirección dio el aviso esa misma noche y los Mossos la encontraron asesinada en su casa.
