El detenido por el crimen de Acadèmia ató a su exmujer y la agredió durante nueve horas

El detenido por el asesinato de la funcionaria Amparo Soler Betés en su vivienda de la calle Acadèmia el pasado mes de febrero fue condenado hace 12 años por secuestrar y agredir a su exmujer, como ya avanzó este diario. La Audiencia de Lleida le condenó en marzo de 2005 a cinco años y tres meses de prisión por los delitos de detención ilegal y malos tratos en el ámbito familiar. Los hechos habían ocurrido dos años antes, en julio de 2004, cuando la víctima llegó al domicilio conyugal y comunicó a su entonces esposo, Jordi Lanuza Rubinat, que quería acabar con la relación a los tres meses de casarse. Según la sentencia, el acusado encerró en el piso a su exmujer, la ató a la cama de pies y manos y le propinó varias bofetadas y actos vejatorios durante casi nueve horas.

La propia víctima manifestó en el juicio que el agresor le tiró agua en la cara para evitar que se durmiera y que le metió un calcetín en la boca para que no pudiera pedir auxilio. También le rasgó la ropa y encendió el aire acondicionado mientras él se tapaba con una manta. La mujer estuvo atada y encerrada desde las 2.00 horas hasta las 10.30 horas. Tras nueve horas de secuestro, la mujer logró escapar aprovechando que su marido estaba durmiendo.

Ató a la víctima a la cama, la abofeteó y le metió un calcetín en la boca para que no pudiera pedir ayuda

La Audiencia de Lleida dio plena credibilidad al testimonio de la víctima y descartó las manifestaciones del agresor, que alegó que las lesiones que presentaba su mujer se las había hecho ella. En su escrito, la Audiencia llegó a calificar de “intolerable” el acto de sumisión que sufrió la mujer “al arbitrio y capricho del maltratador”.

Por estos hechos, le impuso 4 años y 6 meses de prisión por un delito de detención ilegal y otros 9 meses por malos tratos. También fue condenado a indemanizar a la víctima con 5.300 euros y a no poder acercarse a ella durante otros 4 años tras salir de la cárcel. La sentencia fue ratificada un año después por el Tribunal Supremo.

El pasado miércoles, los Mossos d’Esquadra arrestaron a Jordi Lanuza Rubinat como presunto autor de la muerte de Amparo Soler Betés el pasado 17 de febrero en su vivienda de la calle Acadèmia. El acusado ingresó el viernes en prisión comunicada, provisional y sin fianza por orden del juez ante el alud de indicios en su contra.

‘Me tragué 500 pastillas por amor’, afirmó el acusado en el juicio El acusado basó su defensa durante el juicio por secuestrar a su entonces esposa afirmando que ese día había consumido alcohol y drogas y que ingirió gran cantidad de pastillas ante el “shock” que le había supuesto que su pareja quisiera abandonarle. En su declaración en el juico ante la Audiencia de Lleida en marzo de 2005, Lanuza señaló que se tomó “50 pastillas de somníferos por amor”, ya que no encontraba explicación a que la persona a la que más quería le dejara. También señaló que entró en estado de “shock”, ya que antes había consumido alcohol, porros y cocaína con un amigo. Sin embargo, el tribunal no le dio credibilidad y dijo que el consumo de drogas no impidió que fuera consciente de lo que estaba haciendo.