La Generalitat regulará que los profesionales de enfermería puedan prescribir medicamentos
Podrán recetar algunos fármacos que necesiten receta
El conseller catalán de Salud, Antoni Comín, ha presentado este viernes el proyecto de decreto que regulará que las enfermeras puedan prescribir medicamentos, y que pretende dar respuesta al real decreto que el Gobierno aprobó en octubre de 2016, contra el que la Generalitat interpuso un recurso ante el Supremo. El decreto blindará jurídicamente "lo que ya pasa cada día" en los centros sanitarios de Catalunya, ha subrayado Comín, y permitirá a las enfermeras seguir prescribiendo productos sanitarios y medicamentos no sujetos a prescripción médica, pero también algunos fármacos que necesiten receta.
Para ello, las enfermeras deberán hacer una formación específica, que aún debe determinar la Comisión de Práctica Asistencial, una nueva estructura institucional que dirigirá el despliegue de esta norma, estudiará qué ámbitos pueden necesitar una formación adicional y los protocolos que se deben seguir.
La directora general de Ordenación Profesional y Regulación Sanitaria, Neus Rams, ha puesto ejemplos de estos tres grupos: unos pañales de incontinencia son un producto sanitario, un fármaco antitérmico es un medicamento no sujeto a prescripción y la insulina de un diabético es un ejemplo de medicamento que necesita prescripción médica.
En este último caso, las enfermeras podrán recetar siempre que partan de un diagnóstico médico, dispongan de la formación adecuada y sigan el protocolo, lo que hará que puedan ajustar la dosis más adecuada de insulina, en un ejercicio de "prescripción colaborativa" entre médicos y enfermeras.
Aunque todavía no se ha detallado el tipo de formación que será precisa, Comín ha abierto la puerta a que las enfermeras deban cursar algunos créditos de másteres y ha recordado que la formación de este tipo deberán pagarla los propios profesionales.
Comín ha asegurado que "hasta 2015, en Cataluña no había ningún problema, todas las profesiones colaboraban con plena normalidad y cada uno ejercía la prescripción sanitaria en función de sus competencias y formación, de forma colaborativa".
Según el conseller, todo cambió con el real decreto que "se hizo con un cierto grado de nocturnidad y traición", que no era el que se había pactado con las comunidades autónomas y que "se publicó por sorpresa en el BOE un 23 de diciembre", lo que acabó generando "un problema que no existía".
Tras la aprobación del real decreto, Comín ha afirmado que las enfermeras se vieron ante un dilema: o seguir actuando como antes pero con una gran inseguridad jurídica o bien aceptar el recorte a su marco de acción como profesionales.
El conseller de Salud ha recordado que su Departamento tuvo el reto de crear una nueva norma catalana "de acuerdo con el marco legal vigente" que "no chocase" con el decreto español y que a la vez resultase satisfactorio tanto para las enfermeras como para los médicos, algo que supuso un gran juego de "equilibrios" que se ha alargado un año.
A la hora de negociar el nuevo marco legal, la conselleria ha consultado al Colegio de Enfermeros y al de Médicos, así como a la comunidad científica y a "muchísimos profesionales" con los que Comín asegura que ha hablado "de manera exhaustiva", lo que ha permitido lograr un "consenso muy amplio".
Comín cree que con el decreto que se ha presentado hoy las enfermeras "podrán hacer tranquilas, lo que hasta ahora hacían intranquilas", y ha recordado que su trabajo será "cada vez más importante" debido al incremento de pacientes crónicos.