SANIDAD
Nuevas técnicas y 4 urólogos en el Arnau evitan traslados a Barcelona
Las operaciones se derivaban a otros hospitales o se realizaban por cirugía abierta
El servicio de Urología del hospital Arnau de Vilanova está en plena transformación tanto de personal como de procedimientos quirúrgicos, lo que ha permitido evitar derivaciones a Barcelona para aquellas cirugías más complejas.
Lo han conseguido gracias a la contratación de más especialistas (este mes se han incorporado dos urólogos y en julio lo harán otros dos) y a la aplicación de técnicas avanzadas e innovadoras como la nefrolitotomía percutánea. Se trata de una intervención “mínimamente invasiva” que permite extraer piedras de gran calibre del riñón a través de una pequeña incisión en la espalda por donde se introduce una cámara especial (laparoscopio) y un láser para romperlas.
“Hace unos meses, estos pacientes los derivábamos a hospitales de Barcelona o, si la lista de espera era muy larga, los operábamos a cirugía abierta, por lo que la recuperación del paciente era mucho más lenta”, explica David Garcia, jefe de la sección de Urología.
Ya han operado a quince pacientes mediante esta técnica y los resultados “son excelentes”. Asimismo, el hospital también ha adquirido hace 2 meses un ureterorrenoscopio flexible, un dispositivo que permite extraer piedras o pequeños tumores en partes del riñón de difícil acceso vía endoscópica, en concreto, por el conducto de la orina.
“La tecnología ha avanzado muchísimo, pero la planificación de recursos y del personal también juega un papel fundamental”, insiste Garcia. Por ello, y con el fin de descongestionar las listas de espera, la sección de Urología abre consultas y quirófanos algunas tardes a la semana y un urólogo se desplaza periódicamente a Mollerussa, Tremp, Vielha y La Seu para pasar consulta.
La coordinación con los CAP, clave para evitar visitas innecesarias Las revisiones prostáticas, las litiasis (piedras de riñón) y los tumores de vejiga y de próstata son las patologías más frecuentes tratadas en el área de Urología del Arnau, que atiende una media de 100 consultas diarias. Para dar abasto, han sido claves protocolos de derivación de los CAP al especialista. Así, si un paciente tiene un hábito de micción normal, no sangra orina, o tiene un marcador de próstata normal, no es necesario someterse a un control prostático cada año a partir de los 50, indica Garcia.