BALANCE CRIMINAL
Lleida vive el peor año en décadas con cinco asesinados en seis meses
Todos los casos, pendientes de juicio, han sido resueltos por los Mossos d’Esquadra
Hace décadas que no se recuerda un año en Lleida con tantos crímenes. En solo seis meses ha habido cuatro, con cinco personas asesinadas. Dos rurales murieron a tiros en Aspa; una funcionaria fue degollada en su piso de Lleida; una mujer murió en manos de su hijo en Bellvís y un vecino de Balàfia falleció por disparos supuestamente de su cuñado.
La comarcas de Lleida han registrado en lo que llevamos de año un total de cuatro crímenes con un balance de cinco personas asesinadas en lo que representa la peor cifra, con creces, de las últimas décadas. De media, la provincia registra unos dos crímenes por año. Todos los casos de este 2017, pendientes de juicio, han sido resueltos por los Mossos d’Esquadra, aunque en dos de ellos los detenidos niegan ser los autores. Los arrestados por los otros dos crímenes son autores confesos y fueron detenidos el mismo día de los hechos.
El primero de ellos fue un doble homicidio en Aspa en el que los agentes rurales Xavier Ribes y David Iglesias murieron tras recibir a quemarropa cuatro disparos de un joven cazador. El mismo autor, que iba con un grupo de cazadores, llamó al 112 para explicar lo sucedido. Tenía caducado el permiso y el arma estaba a nombre de un compañero. Menos de un mes después se registró el segundo crimen. Amparo Soler, una funcionaria de Enseñanza, falleció degollada en su piso de la calle Acadèmia. Una ardua investigación policial terminó el pasado 7 de junio con la detención de Jordi Lanuza, un técnico de fibra óptica con antecedentes que niega ser el autor del crimen pese a los múltiples indicios que lo incriminan.
Los detenidos por matar a los leridanos Amparo Soler y Eduard Ardiaca han negado ser los autores
Bellvís fue el escenario del tercero. Fue a última hora de la tarde del 7 de abril, cuando Marc Navarro, un joven de esta localidad, acuchilló mortalmente a su madre, Antonieta Sancho, de 50 años. El acusado, con problemas mentales, fue arrestado el mismo día. Está encarcelado en la unidad psiquiátrica de Brians. Por último, el empresario cárnico Josep Puig-Gros fue detenido el 21 de junio por la desaparición dos días antes de su cuñado. El cadáver apareció el día 23 en Barcelona. Estaba en el maletero de su coche. Puig-Gros niega ser el autor.
La muerte a tiros de un atracador en La Bordeta, un caso distinto Un caso totalmente distinto pero que también acabó con una persona muerta a tiros es el del atracador que falleció el pasado 21 de mayo durante una persecución policial en una finca de La Bordeta. La víctima, un vecino de Reus con numerosos antecedentes, recibió dos tiros por la espalda que le disparó un mosso d’esquadra que le perseguía por un atraco en una gasolinera en Balàfia. Su cómplice fue detenido tras esconderse en un almacén. Les encontraron dos pistolas simuladas en una bolsa. El delincuente que acabó muriendo “habría apuntado con un arma a uno de los mossos y este, al sentirse amenazado, hizo uso de su arma reglamentaria para repeler el ataque hiriendo mortalmente al atracador”, dijeron los Mossos. La División de Asuntos Internos abrió una información reservada. El caso también está en vía judicial y la Fiscalía ha pedido una reconstrucción.
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"Avui no hauríem de ser aquí!", la carta del dia dedicada als agents rurals morts