TRIBUNALES
Condenado a 12 años de cárcel por matar y descuartizar a un hombre
El jurado popular lo declaró culpable del crimen de un compatriota al que tiró al río
La Audiencia Provincial de Lleida ha condenado a 12 años de cárcel a Cruz Javier de los Santos, el ciudadano dominicano de 39 años que el pasado 23 de junio fue declarado por un jurado popular culpable de matar y descuartizar a un compatriota, de 51 años, y deshacerse de sus restos en el río Segre en junio de 2011.
La Fiscalía solicitó una condena de 12 años y medio de cárcel por un delito de homicidio pero retiró los cargos por profanación de cadáver (pedía cinco meses de prisión) ya que el jurado popular consideró que no era culpable de este delito al determinar que descuartizó a la víctima para deshacerse del cuerpo lo antes posible, sin “intención de faltar al respeto a su memoria”. El cuñado del condenado, acusado de encubrimiento, fue declarado no culpable.
El Código Penal sanciona el delito de homicidio con una pena que oscila entre los 10 y los 15 años de prisión. En el presente caso, el tribunal estima adecuada “la imposición de una pena de 12 años” al entender que “el acusado no solo mató a la víctima sino que, además, seguidamente lo descuartizó, lanzando su restos a un río para ocultar así lo que había hecho y procediendo además a huir precipitadamente de España para eludir la investigación policial y para sustraerse a su busca y captura”.
El condenado, que siempre ha negado ser el autor del crimen, huyó a la República Dominicana en junio de 2011 tras matar a su compatriota y no fue detenido hasta enero de 2015 tras cuatro años de búsqueda internacional dictada por la Interpol como presunto autor del descuartizamiento. En septiembre de ese año fue extraditado a Lleida y el juez decretó su ingreso preventivo en prisión.
La investigación de los Mossos ha sido clave para incriminar a Cruz Javier de los Santos y para que el jurado popular lo considerara culpable de matar a Pedro Morales el 26 de junio de 2011. Los investigadores hallaron numerosos restos de sangre de la víctima tanto en su piso como en el del acusado ya que ambos vivían en el mismo inmueble okupado de la calle Paer Casanovas.
Discutieron en el piso de la víctima y allí lo mató y lo arrastró por las escaleras, descuartizándolo en su piso para después tirar los restos al río, que aparecieron entre julio y octubre de 2011 en el pantano de Utxesa y en el parque de La Mitjana.