COMERCIO CENTRO HISTÓRICO
Plantean puestos de alimentos y degustación en el Mercat del Pla
La Paeria analiza si la propuesta de JamStores se ajusta a los requisitos de la concesión
La concesionaria que gestiona el Mercat del Pla, JamStores, plantea convertir el equipamiento en un mercado de alimentación y degustación de productos agroalimentarios, al estilo del mercado de San Antón de Madrid, por ejemplo. Según ha podido saber este diario, esta es la nueva propuesta de negocio que ha presentado a la Paeria para sutituir el ‘outlet’ de ropa, que cerró a finales de marzo, y que tiene por objetivo contribuir a la dinamización del Centro Histórico.
Fuentes municipales afirmaron que están estudiando si esta iniciativa se ajusta a las características de la concesión, por lo que están efectuando un análisis técnico y jurídico. En función del resultado del informe, el ayuntamiento tomará una decisión respecto a la propuesta de Jamstore. Esta firma ganó el concurso público convocado por la Paeria en 2013 para explotar y gestionar el Mercat del Pla durante 25 años. Esta misma empresa es la que dos veces al año convierte el barrio industiral de Igualda en tiendas efímereas de moda en el marco del REC.0. Después de que el ayuntamiento rehabilitara el edificio modernista del mercado, abrió en abril de 2014 con una oferta de ‘outlets’ en el que iban rotando firmas diversas y después, en septiembre de este año, se convirtió en un espacio multimarca que no ha acabado de funcionar.
El Pla es el decano de los mercados municipales de Lleida. Cerró en 2003, después de haber estado languideciendo durante los últimos años. En 2006, el consistorio convocó un primer concurso para reflotar el mercado, habilitando en él un supermercado y paradas de venta, pero finalmente quedó en nada.
Los vecinos ya habían propuesto, antes del outlet, este uso Vecinos del Barri Antic recuerdan que una de sus propuestas iniciales para reflotar el Mercat del Pla, antes de que fuera un outlet de moda, fue precisamente convertirlo en un mercado de productos alimenticios de proximidad, con puestos de degustación e incluso con algún puesto de información turística. “Lo ideal sería aprovechar la idoneidad de la ubicación, junto a la Seu Vella y el futuro Parador, como un lugar gastronómico de goce para los leridanos y los turistas”, explica un vecino.