TRIBUNALES ABUSOS
Un juzgado de Lleida investiga una posible violación con 'burundanga'
Tras una intervención telefónica a dos acusados por tráfico de droga en Fraga
El Juzgado 1 de Violencia sobre la mujer de Lleida investigará un caso de posible abuso sexual en el que la víctima había sido drogada con “burundanga”, sustancia estupefaciente utilizada para anular la voluntad de la víctima. Sería el primer caso que llega a la vía judicial en Lleida por la utilización de este tipo de droga de sumisión química. En un auto, el Tribunal Supremo resuelve la competencia a favor del tribunal leridano para investigar este caso, que trascendió durante una investigación de un juzgado de Fraga por tráfico de drogas.
El auto señala que en el seno de una investigación llevada a cabo en Fraga por un delito de tráfico de drogas, defraudación de fluido eléctrico, blanqueo de capitales y asociación a banda criminal, se llevaron a cabo intervenciones telefónicas entre los acusados. De una de esas escuchas se desprende que dos de los acusados parecen ponerse de acuerdo para suministrar “burundanga” a la pareja de uno de ellos, “con el fin de que la misma quede privada de sentido y poder así cometer actos de naturaleza sexual con ella”.
La víctima reside en Lleida por lo que el Supremo considera que la competencia para investigar esta posible violación es del Juzgado de Violencia sobre la Mujer de Lleida. En la operación de tráfico de drogas se intervinieron plantas de marihuana con un peso total de 707 kilos, investigación que se seguirá instruyendo, según el Supremo, en el juzgado de Fraga.
Una sustancia que anula la voluntad de la víctima y es difícil de detectar ? Las drogas de sumisión química están detrás del 30% de los abusos sexuales, pero el Instituto Nacional de Toxicología y Ciencias Forenses señala que la “burundanga” no es la sustancia que preocupa, porque lo más utilizado es alcohol o pastillas para dormir. La escopolamina es una planta, difícil de detectar, y que tiene capacidad para alterar las funciones cognitivas. En el caso de la violación múltiple de los Sanfermines de 2016, los acusados, que procedían de Sevilla, habían considerado la posibilidad de llevar “burundanga” en su viaje.