La grúa también se lleva bicis

La grúa no solo retira coches y motocicletas, sino también bicicletas aparcadas infringiendo la normativa que son multadas por la Guardia Urbana. Mohamed Koubaa, que utiliza su bicicleta como medio de transporte, lo vivió en primera persona: la dejó atada en una farola de la plaza Sant Joan mientras hacía unas gestiones en la Paeria y, al salir, en lugar de su “Corbetta” había una pegatina que le informaba que la grúa se la había llevado al depósito del polígono El Segre.

Recuperarla le costó 142,65 euros y aún le debe llegar la multa (de 80 euros o 40 con pronto pago) por el estacionamiento prohibido. “El coste es desproporcionado, es una bicicleta, no un coche, hay muchas atadas en árboles o farolas. Además, no molestaba a nadie y no había ningún otro sitio cerca para sujetarla. Recurriré el coste de la grúa y de la sanción”, explicó este jueves Mohamed.

Por su parte, la dueña de la caseta de helados junto a la farola donde fue estacionada la bici puntualizó que sí que molestaba, porque “no podía abrir bien la puerta para acceder dentro de la caseta”, detalló, y añadió que al ver pasar a agentes de la Urbana les alertó.

La ordenanza vigente de circulación establece que “las bicicletas se estacionarán en los lugares habilitados para tal fin y, si no existen, podrán aparcarse en otros siempre que no obstaculicen el paso [...], pero en ningún caso podrán ser sujetadas a troncos, señales de tráfico ni otros elementos del mobiliario urbano”. La notificación de la grúa del día 2 refleja que se infringió el artículo 44.1, es decir, aparcar en “lugares donde la señalización lo prohíbe expresamente”.