VIVIENDA
Dos bloques de diez años con 38 pisos en Sant Martí, inhabitables por destrozos
Fueron okupados y desvalijados, pero tras tapiarlos sigue el saqueo y el vandalismo
Dos bloques de 38 pisos de Sant Martí, construidos hace 10 años y que apenas fueron habitados, están totalmente arrasados. Aunque estén tapiados, los vándalos abren entradas para seguir desvalijándolos y destrozándolos. Ahora están inhabitables y los vecinos del barrio lamentan la situación y advierten de que son un peligro.
La construcción de nuevos edificios de viviendas es una de las asignaturas pendientes para lograr rejuvenecer la población del Centro Histórico y contribuir a la recuperación del barrio. Pero la situación de dos bloques de viviendas en la calle Sant Martí, los números 22 y 24, construidos en 2007 con 38 pisos y ahora en manos del ‘banco malo’, pone de manifiesto que con el ladrillo solo no basta.
Llevan años tapiados y su interior está completamente arrasado por sucesivas oleadas de personas que han acudido a desvalijarlos de cualquier objeto o material que puedan vender y por un vandalismo feroz.
Aunque los bloques han sido tapiados varias veces, se abren nuevas entradas y es fácil acceder
El acceso a los pisos debería estar cerrado y así sucede con la mayoría de aberturas, pero es muy difícil impedir que se reabran. Ahora es sencillo acceder través de una ventana por la parte trasera en la que se ha arrancado la reja protectora, en la calle del Orfeó.
Una vez dentro, la escena es lamentable, con los falsos techos reventados, tubos y fragmentos de yeso desparramados, suelos llenos de cristales, ascensores inservibles y el escaso mobiliario, como los armarios de las cocinas, también destrozados.
Algunos de los pisos eran dúplex y los acabados eran buenos, pero para hacerlos habitables ahora habría que rehacer todas las instalaciones, cerramientos y acabados. Aunque hay algunos restos de colchones y basura, incluyendo jeringuillas, ahora ya no sirven ni para okuparlos para vivir. “Los han tapiado dos veces, pero saltan por algún agujero y se cuelan. Es una lástima que estén así”, explicó un portavoz de la asociación de vecinos de Jaume I.
“Es un bloque grande y nuevo, pero lo okuparon, no para vivir, sino para destrozarlo hace 3 o 4 años. Lo intentaron con más edificios del barrio, pero gracias a la Urbana logramos pararlo. Cuando pase algo y haya una desgracia todos lo lamentaremos, pero mientras tanto nadie hace nada”, lamentó Txema Muñoz, de la plataforma del Pla de l’Aigua.
“Los inquilinos se fueron marchando” Los vecinos de Sant Martí recuerdan la historia de estos bloques. “Eran todos de alquiler y vivía gente, pero al quebrar el constructor, los inquilinos que vivían fueron marchando porque les llegaban notificaciones del juzgado y la gente no quiere problemas. Buscaron otras cosas. En los pisos que se vaciaban iban entrando okupas y se iba más gente. Lo reventaron todo y el banco lo sabía, pero lo permitió. Ahora no vive nadie, pero es que no hay nada, es imposible vivir, está arrasado”, explicaron dos vecinas de esta calle.